Nepal vota para crecer fuera de Kathmandú

(Nepal, 7 provincias federales y 74 demarcaciones electorales)

"Por primera vez desde que el pequeño reino de Gorkha conquistó otros mini estados del Himalaya en el siglo XVIII, Nepal este año intenta seriamente transferir poder desde la capital Katmandú (KTM) hacia provincias y municipios. Las elecciones municipales concluyeron en septiembre. Hoy, por primera vez, se celebrarán elecciones al parlamento de las siete provincias (o estados federales) además del parlamento nacional (centralista, en KTM).

El 60% de los puestos se darán directamente al ganador en cada demarcación electoral. El 40% restante de los parlamentarios nacionales y provinciales se elegirán por representación proporcional, que está determinada por la participación de los diferentes grupos étnicos en la población del país. Lo más importante es que con estas elecciones Nepal ha completado su transición de un estado unitario a una república federal.

Estos cambios parecían improbables hace solo una década. Ciertamente, faltan muchos años para que el impacto de estos cambios se note en la sociedad. Las elecciones de hoy son las primeras bajo la nueva Constitución, y la prueba de que, al menos en teoría, el sistema político de Nepal se está modernizando.

En la práctica, no tanto. El modelo federal está destinado a abordar la marginación que los diversos grupos religiosos y étnicos de Nepal -desde Limbus en el este hasta Tharus en el oeste- han sufrido durante mucho tiempo por los gobernantes de Katmandú. Durante siglos la política de la capital ha estado dominada por hombres hindúes de casta alta de la zona de KTM (baja montaña) -definidas en la nueva Constitución como Khas Arya- que han tendido a monopolizar el poder excluyendo a las mujeres, dalits ("intocables"), madhesis (hindúes de los llanos del sur, frontera con India) y janjatis o pueblos indígenas que viven en diferentes partes del país. La gran promesa del sistema federal era que abordaría al menos algunos de los desequilibrios y haría de Nepal una democracia más inclusiva.

La carga de esa promesa fue pesada. Cómo federalizar Nepal fue el tema dominante en el proceso de elaboración de la Constitución, la primera Asamblea Constituyente se disolvió en 2012 sin conseguirlo, lo que condujo a la segunda Asamblea que fue elegida en 2013.

Pero, ¿está la nueva estructura federal manipulada para continuar el dominio de los Khas Arya, en el nuevo Nepal? Ese es el mayor temor de las comunidades menos poderosas, entre ellas Madhesis y Tharus. Estos dos grupos se opusieron a los límites provinciales establecidos tras la nueva constitución en 2015, con una protesta que condujo a un bloqueo de circulación de bienes en gran parte del territorio Madhes en la que murieron más de 50 personas. [La demarcación de las provincias otorga a las provincias del sur, con más del 50% de la población, sólo un tercio de los escaños]

En la represión que llevó a cabo el estado las fuerzas de seguridad llevaron a cabo varias violaciones de los derechos humanos sin impunidad. Por ejemplo, en el distrito de Kailali de mayoría Tharu en el Terai, la represión por parte de las fuerzas de seguridad fue peor que durante la "guerra civil" de 1996-2006. Los Tharus sigue traumatizados por esos recuerdos.

La situación fue peor en el este y el centro del Terai, donde el bloqueo respaldado extraoficialmente por India fracasó y se desvaneció a pesar del hecho de que más de 50 manifestantes madhesi fueron asesinados a tiros por las fuerzas de seguridad. Ni los madhesis ni los tharus tienen asegurado, en la nueva constitución, el derecho a una representación proporcional, que es un principio básico de la democracia.

Ciertamente, la elaboración de la Constitución  necesita tiempo para establecer sus principios más preciados. Pero en Katmandú, la Asamblea Constituyente ratificó la constitución con tanta prisa (después de 11 años esperando), con el Presidente del Congreso recitando cientos de artículos del tirón sin tiempo para discutirlos, que la escena parecía más propia de una dictadura.

La presión nacional e internacional influyó y obligó a todas las partes a enmendar al menos algunas de sus incoherencias más evidentes, como incluir proporcionalmente a todos los grupos étnicos (asignándoles cuotas) en el aparato estatal. Pero otros artículos aprobados son igualmente inquietantes, disposiciones sexistas y desigualitarias para las mujeres que no pueden transmitir la ciudadanía a sus hijos (solo los padres pueden hacerlo).

El problema esencial de cambiar las fronteras provinciales para reflejar la diversidad étnica y lingüística no se tocó, ya que los poderosos Khas Arya de la baja montaña de KTM (pahar), temían perder poder frente a las comarcas muy pobladas del sur (Madhesi).

Los partidos políticos que buscaban cambiar las fronteras provinciales recién definidas en la Constitución, tenían una opción: boicotear las elecciones y embarcarse en una larga lucha contra el estado o participar en las elecciones y cambiarlo desde dentro. Eligieron elecciones.

Por ahora, el nuevo capítulo se parece sospechosamente al anterior. El sueño de la inclusión parece difícil de alcanzar en la nueva república federal. El actual primer ministro, Sher Bahadur Deuba, ejerce su cuarto mandato (no consecutivo) y hace campaña para conseguir el puesto por quinta vez. Cinco anteriores primeros ministros también se presentan a las elecciones para volver al cargo. Todos ellos son hombres Khas Arya, el mismo grupo hindú de casta alta que supone un tercio de la población y que ha ocupado el poder en Katmandú durante más de doscientos años de la historia del país. 

Con la exclusión de las minorías, las mujeres e incluso lxs jóvenes en los principales partidos políticos, el período previo a las elecciones ha sido aburrido. Todos los grandes partidos, controlados por hombres, han repetido los mismos lemas de desarrollo que lxs nepalíes han estado escuchando durante décadas. A pesar de la discriminación desenfrenada y las disparidades, la justicia social simplemente no figura en su agenda. Tampoco lo hace el terrible estado de la educación pública, la salud o la violenta crisis del desempleo que ha convertido en migrantes a millones de jóvenes nepalíes en India. Oriente y Malasia. 

De hecho, los principales partidos tienen tan poco respeto por las masas y la opinión pública que incluso llevan en sus listas a algunos gánsters conocidos. Esto no sorprende. Como señala el activista anticorrupción Dr. Govinda KC, los políticos -además de quienes ejercen el poder en otros órganos estatales- han invertido mucho en empresas con ánimo de lucro, de atención médica y exportadoras de mano de obra. 

Sin embargo, dado lo rígido y centralizado que está el poder político en Nepal, las elecciones de hoy son un hito importante. Por primera vez, el diseño institucional favorece la descentralización del poder. Con el tiempo, las provincias y los organismos locales se darán cuenta del alcance y los límites de su poder y negociarán con los gobernantes en Katmandú para lograr una mayor autonomía política para administrar los recursos y la planificar el desarrollo.

En el contexto de la política de la última década, no importa cuán reacio el establecimiento reaccionario estaba retrasando la restructuración del estado prometida en el acuerdo de paz que puso fin a la guerra civil, estas elecciones representan una victoria para aquellos que buscan una democracia más inclusiva. Para que el nuevo sistema federal genere resultados para  pobres y marginadxs, solo se puede esperar que se vote sabiamente para elegir una nueva generación de líderes."

Texto de Gyanu Adhikari editor de The Record (www.recordnepal.com), twitea en @saatdobato
traducido por merenguemilengue, original en inglés:
http://indianexpress.com/article/opinion/as-nepal-election-kathmandu-votes-promise-of-a-new-republic-at-least-in-theory-4971775/lite/?__twitter_impression=true

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