La explotación de las recogedoras de té continúa.

En 2009 estuve conociendo los jardines de té en Ilam -este de Nepal- durante dos semanas. Era marzo, los brotes venían un poco retrasados y la cosecha aún no había comenzado. Dos días desde Calcuta en tren, bicitaxi y 3 buses. Horas antes de llegar ya se veían jardines a menor altura donde mujeres como puntitos rojos se desplazaban entre las plantas con una cesta colgando de la cabeza. Una estampa muy zen, muy bucólica.
(Ilam en 2009)
Allí me contaron que mucho té nepalí se trafica a India y se vende como té de Darjeeling que tiene un mayor precio. Y como casi todo en India/Nepal cuando rascas la foto, detrás te topas con una gran injusticia. Ya en 2011 denunciamos las penosas condiciones en que trabajan las recogedoras de brotes de té, sueldos bajos, largas jornadas, falta de agua potable... En setiembre 2015 la BBC denunciaba las condiciones de lxs trabajadorxs en las plantaciones de té de Assam (malnutrición, enfermedades como diarrea o tuberculosis, trabajo infantil, sueldos de 115 rupis -1,8€ al día-, chabolas con techos rotos, aseos atascados, uso de pesticidas sin protección...) quedando claro que el sello de compromiso ético y medioambiental "Rainforest Alliance" que llevan muchas marcas de té inglés -PG Tips, Tetley's, Liptons, Yorkshire... - es una gran mentira.
(Las recolectoras, durante la huelga. La poli proteje a los explotadores)
Este octubre 2015 en los jardines de té de Munnar -Kerala, en el sur de India- se ha llevado a cabo la primera huelga en décadas. Las mujeres consiguieron que no se les bajara el sueldo y siguen recibiendo 301 rupias al día (4,25€), también denunciaron que sus supuestos líderes sindicales están conchavados con los dueños de las plantaciones. Ese mes El País también publicaba un amplio reportaje sobre el tema y fotos de Matilde Gattoni como esta:
(El té se cosecha en primavera y otoño, el resto del año las recolectoras buscan otros trabajos como el de picapedrera)
Y más recientemente el sindicato de estudiantes de JNU universidad de Calcuta ha denunciado todo esto y mucho más. La cámara de comercio cifra en 4.500 millones de rupias los ingresos en la zona por el comercio del té -equivalente a lo que deja el turismo, unos 70 millones de €-, a pesar de ello las condiciones de semiesclavitud continúan, además del incumplimiento de la ley (que obliga al empleador a dar, vivienda, agua, comida, educación a lxs hijxs, paraguas...), la  desaparición de más de 3.500 menores en los jardines que son explotados por traficantes de seres humanos, 70 muertes por inanición desde abril 2015...

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