Bungamati, pueblo simpático.


 Otro de los pueblos recomendados en el valle de Kathmandú es Bangmati o Bungamati. Sus habitantes nos resultaron especialmente amables, cordiales y dicharacheros.
 Una ong local con ideas puestas al día ofrece estancias en el pueblo y programas de voluntariado. No os puedo recomendar algo que no conozco, apenas pasamos una hora en su oficina charlando sobre sus proyectos (apoyan de una u otra manera 18 colegios de la zona). Pero si queréis una experiencia del Nepal rural a media hora de Kathmandú yo es lo más recomendable que conozco por ahora. HAy que tener cuidado porque hemos conocido otras que son un timo.
 Con la lluvia hubo que tapar la leña con plásticos, de todas las casas salió gente corriendo a poner sus cosas a buen recaudo.

 Una señora parroquiana repartiendo fuego sagrado en una copa.



 Daba vergüenza pasear por el pueblo porque muchas veces estabas invadiendo la intimidad de la rutina de cada día. Pero no vimos ni una mala cara.
 El pueblo vive de las tallas de madera más de cien pequeños talleres las elaboran y venden aunque la mayoría acaba en las tiendas de la zona turística de la capital.
 En un templete una curiosa troupe de nietos y abuelos tocaba música devocional sin cesar, hasta que apareció la mujer de la llama y pararon para acercar las manos tres veces seguidas y tocarse la frente.








 A la vuelta vimos como el gobierno ha decidido mejorar la circulación a base de ensanchar las carreteras y mucha gente a perdido media casa de repente.
Y las mujeres que por la tarde seguían trabajando, no paran.

Comentaris

Una mezcla de sorpresa, admiración e incredulidad me nace cada vez que recorro tus fotos.
Gracias por mostrarnos este trozo de mundo que tan poco conocemos -al menos yo!-
Un besito