Templos y alrededores

Para llegar al pueblo hay que parar en medio de la carretera en una curva conocida como badahi mandir (templo hindú barai), a su alrededor han construido 3 casas de té y comida y dos tiendas de comestibles envasados y plásticos chinos. El templo es muy modesto, consta de unas piedras que representan a los dioses y unas campanas para avisarlos de que hemos llegado.
En la ciudad los templos son más elaborados y destacan por sus pinturas de colores chillones. Durante el reciente festival se han llenado de gente que traía ofrendas.
El kit consta de cereales y lentejas, flores, dulces, huevos de pato, frutas e incienso que se enciende para olvidar por un momento el mal olor.
Los platos acaban tirados en montañas por los bordes del templo. Mientras se pudren las vacas, cuervos, perros, ratas y personas compiten por los restos. El olor a podrido no destaca porque toda la ciudad es un estercolero y el río una alcantarilla. Las basuras se acumulan por las calles y hay que andar con cuidado porque la gente tira los restos (orgánicos y reciclables juntos) desde la ventana de casa, sin importarle quien pasa por debajo.
Lo mejor los vendedores sonrientes.

Comentaris

Cuesta creer que ne medio de tanta pobreza se destine tanta comida en ofrendas que luego se dejan pudrir.
El tema de la mugre acumulada supongo que no se llega a comprender cabalmente si no se lo ve en directo!...tristísimo! :(
Ángel Iván ha dit…
Estoy con Neo, en nuestra tierra seguro que has escuchado eso de "No tienes para pan y compras estampitas", pues eso.
Buen fin de semana.