Docu-mental y reflexión.

Aunque llevo 2 años aquí no me canso de ver la vida desde la ventana del batibús. Es como un documental diario en 3-D. Hoy una mujer de negro con el rostro tapado excepto los ojos le limpiaba la cara un niño que sujetaba su marido que ni se inmutaba porque me estaba mirando como si fuera una marciana. Resulta que para no tragar polvo y tierra y nube tóxica, me pongo una mascarilla negra que encontré en Kathmandú. (En invierno me calaba un gorro hasta las orejas así que técnicamente iba tapada igual que las mujeres a las que obligan a practicar la cortina, parda, escrito purdah).

Y pensaba que ya que sus mujeres son invisibles y las guiris somos deseadas y buceadas con los ojos, igual si le damos la vuelta al argumento y la prohibición y un ejército de guiris nos pusiéramos la ropa de ellas, dejando claro que somos guiris, igual los bigotones se daban cuenta de lo absurdo de la costumbre, entraban en razón y cambiaban sus prejuicios.

Está claro que para cambiar el mundo se necesita imaginación y cariño. Odio solo engendra odio y aferramiento al sinsentido.

(Imagen de archivo, guiri con mascarilla -estos guiris...- en el bus, y detrás a su izquierda sarita reprimida por su cultura milenaria, sepultada en vida bajo metros de tela negra cuando hace 37 C -y subiendo-y 93% de humedad, sensación térmica 48 C)

Comentaris

Totalmente de acuerdo...


Un abrazo!
ka ha dit…
es tan frágil el equilibrio de este mundo, es tan fácil destruir, salir de la rueda de la violencia...