Docu-mental y reflexión.
Y pensaba que ya que sus mujeres son invisibles y las guiris somos deseadas y buceadas con los ojos, igual si le damos la vuelta al argumento y la prohibición y un ejército de guiris nos pusiéramos la ropa de ellas, dejando claro que somos guiris, igual los bigotones se daban cuenta de lo absurdo de la costumbre, entraban en razón y cambiaban sus prejuicios.
Está claro que para cambiar el mundo se necesita imaginación y cariño. Odio solo engendra odio y aferramiento al sinsentido.
(Imagen de archivo, guiri con mascarilla -estos guiris...- en el bus, y detrás a su izquierda sarita reprimida por su cultura milenaria, sepultada en vida bajo metros de tela negra cuando hace 37 C -y subiendo-y 93% de humedad, sensación térmica 48 C)
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Un abrazo!