Lo mejor de Bollywood 2018: cine, series y música

Como todos los años hago un resumen del cine indio -sólo para fans e iniciadas- basado en artículos de la crítica india, no en mis opiniones porque ya no vivo en India y veo las pelis con bastante retraso usando (parte de) esta lista.
(Alia Bhatt en Raazi)

Nandini Ramnath lo resume así:

Bollywood 2018: los Khan se tambalean, nuevas estrellas y algunas pelis buenas. O de " Shah Rukh Khan a Sara Ali Khan".


¿Fue 2018 sólo un año más, o un año a tener en cuenta? Los resultados fueron irregulares, como en los últimos años en una industria que está adoptando nuevos enfoques para hacer películas mientras mantiene fórmulas trilladas. Los poderosos Khans se tambaleaban visiblemente mientras emergían nuevos actores (Ayushmann Khurrana, Vicky Kaushal). Tramas pequeñas arraigadas en el realismo encantaron a la audiencia, y los remakes de pelis del sur [cine tamil, malayalam, marathi] siguen funcionando (Baaghi 2, Simmba).

Lecciones aprendidas de años anteriores: presupuestos más ajustados y mayor cuidado del guión, parecen haber funcionado en algunas de las mejores películas, a pesar de que los lanzamientos principales más audaces y más logrados estaban en otros idiomas (Naal en marathi, Ee Ma Yau y Sudani de Nigeria en malayalam, Vada Chennai y 96 en Tamil). La franquicia Baahubali, que también tuvo un gran éxito en hindi, ha creado un hambre por pelis multisensoriales (como lo hizo el lanzamiento en diciembre de KGF), y sólo Sanjay Leela Bhansali, con su gran Padmaavat, demostró hacer esto bien.

Las plataformas de streaming disminuyeron la asistencia a las salas. El movimiento Me Too en el mundo del espectáculo de Bombai fue efímero, se sigue cuestionando el papel de las mujeres delante y detrás de la cámara. Y el nepotismo prevaleció en 2018, asegurando un suave debut para la hija de Sridevi, Janhvi Kapoor, en la producción de Karan Johar, Dhadak, e introduciendo los talentos inexistentes del cuñado de Salman Khan, Aayush Sharma, en Loveyatri.

Pero la favorita del nepotismo este año fue Sara Ali Khan. La hija de Amrita Singh y Saif Ali Khan hizo un brillante debut en Kedarnath en diciembre y lo reforzó en Simmba junto a Ranveer Singh. Parece sin oficio y espontánea, más que pertenecer a la bolsa de empleo familiar de Bollywood, son buenas noticias de la más reciente niña prodigio de la casa.
(Amir Khan en Thugs of Hindostan)

El imperio Khan en peligro

¿Están los omnipresentes Khan dejando de asegurar el éxito de sus pelis? Tres de los lanzamientos más grandes de 2018 con Aamir, Salman y Shah Rukh hicieron menos taquilla de lo esperado. La mala recaudación de la peli de Vijay Krishna Acharya "Thugs of Hindostan" rompió la increíble racha de taquillazos de Aamir Khan. La muy aclamada habilidad de Aamir de escoger guiones ganadores no se vio por ningún lado en Thugs of Hindostan, una película descuidada e interpretada por un elenco que parecía incluso menos interesado en el tema, rebeldes contra británicos, que los espectadores.

La peli de atraco Race 3, con Salman Khan, confirmó claramente la máxima en el mundo del espectáculo de que el trailer nunca miente. Aunque estaba llena de actores famosos amiguetes de Salman, el guión de Race 3 parece más perezoso que Homer Simpson.

El más interesante de los tres proyectos firmados por un Khan fue la mayor decepción para el negocio y para su prota. Zero de Shah Rukh Khan, un ambicioso intento que junta caprichosamente en un guión a un enano, un científico afectado por parálisis cerebral y una estrella de cine con problemas, no resulta convincente. Su mala recaudación ha llevado a la crítica a plantearse la precariedad del futuro de Shah Rukh. La generación que aplaudió la marcha de estrellas de Bollywood para conquistar el extranjero y se vio reflejada en ellas [NRI: indi@s que viven fuera de India] ha crecido. La audiencia joven ya no parece estar hechizada por Shah Rukh, y su mala elección de guiones en los últimos años no lo ha ayudado. El number one, el actor de Bollywood más conocido del planeta, cualquier peli en la que él actuase era un éxito asegurado, terminó 2018 en una encrucijada, desnortado.

El destino de los Khans tiene mucho que ver con su edad. Aamir y Shah Rukh tienen 53 años, Salman es un año más joven. Sus carreras comenzaron a finales de los años 80 y principios de los 90, y han sobrevivido admirablemente los cambios en los estilos de narración. Sus obituarios han sido escritos y reescritos, pero parece que Salman y Shah Rukh empiezan a cansar por repetitivos. Ambos tienen personajes clichés y no parecen servir para otros registros. L@s espectadores del siglo XXI necesitan estímulos continuados con historias diferentes.

Una técnica de supervivencia para las estrellas de Bollywood es convertirse en productores y participar en su propia creación de mitos, pero este enfoque tiene sus limitaciones. El control ejercido por las estrellas de Bollywood sobre su material a veces rinde dividendos, como Aamir Khan desde Ghajini en 2008, pero también significa que cuando caen, la tierra tiembla y comienzan las dudas.

Expertos contra críticos contra directores en Twitter

La angustia de los Khan se debe a la única verdadera medida del éxito en Bollywood: el éxito de la taquilla. La taquilla manda en 2018 más que nunca. Directores y astistas odian a la crítica cuando cuenta que las películas no funcionaron tan bien como se esperaba, en lugar de considerarla como avistadores del peligro, la ponen a parir en internet y defienden las virtudes ocultas de su película. Nosotros sabemos más de cine (que la crítica) dicen, pero últimamente las pelis no funcionan.

Fue la industria cinematográfica hindi la que popularizó el "punting" el tiempo que una peli tarda en recaudar mil millones de rupias (12 millones de euros). El impacto comercial de una peli cada vez depende cada vez más de lo visual, y este cambio fue iniciado por la propia industria y aceptado por periodistas, publicistas y el espectador medio.

Los compromisos de las estrellas todavía dictan el calendario de estreno. Hablar sobre lo que cuesta hacer una peli o en cuantas pantallas se estrena simultaneamente, forma parte de la publi. El mercado se trampea reservando las ventanas de lanzamiento más lucrativas (como los puentes y la época de fiestas), echando de los cines a producciones más modestas o películas que necesitan el boca a oreja. La industria ha destapado un genio que no puede volver a meterse en la botella ni cambiar su forma de ser.

Lo que importa: la taquilla.

Dicho esto, la obsesión de los mil millones funcionó a favor de dos películas en 2018. El cine inteligente combinó perfectamente con la taquilla en la comedia de terror de Amar Kaushik, Stree. Con un guión de Raj Nidimoru y Krishna DK inteligente y tenso. El reparto, que incluía a Rajkummar Rao, Shraddha Kapoor y Pankaj Tripathi, estaba en perfecta sincronización; la post-producción y el trabajo de cámara eran los que la peli requería; la dirección emulsionó todos los elementos para obtener el éxito más impredecible del año.

Entre las producciones que recaudaron por encima de la media (Padmaavat, Sonu Ke Titu Ki Sweety, Sanju), Raazi de Meghna Gulzar es la más importante. Una película dirigida por una mujer, escrita por dos e interpretada por una de las jóvenes con más talento de Bollywood. Alia Bhatt interpretó a Sehmat, una mujer de Cachemira que se convierte en una espía india en Pakistán y reúne información crucial antes de la Guerra Indo-Pak de 1971. A pesar de una trama confusa e improbable, el nacionalismo facilón y el papel valiente de Bhatt aseguraron a Raazi entre las más taquilleras del 2018.

La industria cree que las mujeres tienen menos tirón que los actores, pero la cálida acogida a Raazi y, en menor grado, la de Hichki, dirigida por Rani Mukerji, sugieren lo contrario.

Pasando de la recaudación: las mejores películas

"¿Cómo fue la peli?" dio paso a "¿Cuánto ha recaudado la peli?".
 Entre las pocas películas de 2018 que merecen la pena está el malvado thriller, rodado en Pune, de Sriram Raghavan, Andhadhun. El enredo de un pianista ciego con un asesinato y una mafia de donación de órganos fue un relato vertiginoso y lleno de memorables actuaciones, entre ellas Tabu, Ayushmann Khurrana, Zakir Hussain y Chhaya Kadam. Andhadhun demostró que una peli comercial podía ser auténtica con el sello característico de sus autores.

La segunda película de Rima Das, Village Rockstars, fue estrenada justo a tiempo para su selección en la categoría de Mejor Película en Idioma Extranjero en los Oscar. Un drama rural suave y sin prisas sobre las esperanzas y los sueños de una niña, Village Rockstars nunca aparecerá listas de recaudación, pero eso apenas importa. Dichas películas ahora se envían a plataformas y Netflix se ha convertido en el lugar de referencia para el material más arriesgado. Pero se agradece que tales películas se puedan ver en los cines, como corresponde, aunque sea en muy pocas salas.

También entre los lanzamientos a recordar se encuentra el retrasado estreno de Tumbbad de Rahi Anil Barve. Fue la película más vistosa de 2018, superando a la suntuosa recración histórica Padmaavat de Sanjay Leela Bhansali. El drama de terror de época, producido y protagonizado por Sohum Shah, exploró el abismo moral en el que una familia desciende en busca de oro y poder. Tumbbad, con una brillante cámara de Pankaj Kumar y el hermoso diseño de Nitin Zihani Choudhary y Rakesh Yadav, crea una inmersión en un mundo fantástico que sólo debe ser consumido en la gran pantalla.

Mulk de Anubhav Sinha no fue tan sutil o efectiva como podría haber sido, pero merece ser aplaudida por su perspicacia y oportunidad. La peli más política del año, Mulk exploró la islamofobia y la vergüenza de las víctimas en un año marcado por discursos y declaraciones religiosas, ataques asesinos contra musulmanes y manifestaciones contra la libertad de expresión. Mulk no es perfecta, pero el hecho de que se estrenara es un pequeño milagro.

El típico triángulo amoroso recibió utra vuelta de tuerca en Manmarziyaan, una de las pelis más redondas y centradas de Anurag Kashyap en mucho tiempo. Kashyap dirigió dos películas (Mukkabaaz y Manmarziyaan) y una serie web (Sacred Games, junto con Vikramaditya Motwane), pero también fue arrastrado al movimiento Me Too por su culpabilidad al ignorar una supuesta queja de agresión sexual contra su ex productor, Vikas Bahl. A fines de 2018, Kashyap había vuelto a donde había empezado: un freelancer sin productora.

La fórmula

El año también resultó fructífero para tres tipos de películas que parecen funcionar muy bien en estos días. El biopic acrítico, la ficción que intenta pasar por verídica, alcanzó su apogeo con el éxito de taquilla de Rajkumar Hirani, Sanju, sobre el actor Sanjay Dutt. Un tipo de peli favorito entre las estrellas que buscan papeles relevantes y directores que quieren abordar la historia moderna de la India, el biopic es un encargo a menudo del mismo sujeto o de sus familiares. Estas sagas de auge, caída y volver a subir celebran los logros reales, pero no llegan a explorar la complejidad o los matices. A menudo se combinan con el sentimiento nacionalista, como las películas Pad Man y Gold de Akshay Kumar. La audiencia quiere historias de éxito por lo que están aquí para quedarse.

El otro tipo de película que no se está desvaneciendo es la película "Te insultan a papá y mamá". La comedia sobre la familia india disfuncionalse ha convertido en un género en sí mismo. Veere Di Wedding nos presentó un cuarteto de encantadoras chicas diferentes. Badhaai Ho presenta varios locos en la cocina, al igual que 102 Not Out.

Quizás la película más efectiva en 2018 sobre padres que cortan el rollo a su progenie fue Sui Dhaaga de Sharat Katariya. Protagonizada por Varun Dhawan y Anushka Sharma fue catalogada como una saga de auto-empoderamiento, pero funcionó más efectivamente como drama sobre un empresario de un pequeño pueblo que intenta superar la insistente negatividad de su familia. El Mauji de Dhawan lucha contra un jefe horrible y la competencia de las grandes empresas, pero su mayor obstáculo es su padre pesimista, interpretado por Raghubir Yadav.

Otro tipo es la peli de agitar banderas, cuyo consumo se considera un deber nacional a la par con el pago de impuestos y votar. Gold, Parmanu, Paltan y Thugs of Hindostan contribuyeron a chantajear emocionalmente a los espectadores susceptibles, pero se quedan cortas ante el Baaghi 2 de Ahmed Khan. Aunque la historia de un comando del ejército que ayuda a su ex novia a localizar a su hija desaparecida, protagonizada por Tiger Shroff se abre con un homenaje fuera de tono al uso de un escudo humano en Cachemira en 2017. El hombre de Cachemira atado al capó de un jeep del Ejército por el comandante Leetul Gogoi fue recreado para Baaghi 2 como punto álgido de machismo. Gogoi fue procesado un año más tarde y expulsado de su unidad por infringir las reglas del Ejército al intentar ligar con una mujer local, un giro kármico que definitivamente necesita un lugar en la próxima tercera parte de la peli.

Más cosas:

Si eres de series, aquí tienes un resumen de las mejores series indias de tv, netflix etc de 2018.

Devarsi Gosh nos cuenta que las bandas sonoras y canciones de cine de 2018 fueron bastante mejores que el 2017.
(Ejemplo, vídeo de la balada Binta dil de la peli Padmaavat):

Namdini Ramnath se centra en los mejores personajes del año y las actrices/actores que los interpretaron:

Saif Ali Khan como Rileen en Kaalakaandi

Alrededor de 2013, la cámara se desenamoró de Saif Ali Khan. Esto le puede suceder al mejor de los actores, cuando la cámara toma vida y transmite al observado y a sus observadores que una época se acabó. Khan sufrió en Humshakals, Happy Ending y Phantom, pero comenzó a atraer a la cámara nuevamente con Rangún en 2017.

Khan comenzó 2018 con una peli sin éxito, Kaalakaandi, el debut en la dirección del escritor Akshat Verma de Delhi Belly. Khan interpreta a Rileen, una paciente con cáncer terminal que decide aprovechar sus últimos días. Aunque el caótico guión nunca se centra, Khan se encuentra en modo crack, moviéndose suavemente entre el patetismo y lo bizarro (un encuentro muy satisfactorio con una mujer trans es lo más destacado de la película). Al igual que Rileen, el actor parece que ya no tiene nada que perder, y sus actuaciones se benefician de su actitud "no tengo miedo al riesgo", como demuestra en Baazaar estrenada después y en la web-serie Sacred Games.
(Vineet en Mukkabaaz)

Vineet Kumar Singh como Shravan en Mukkabaaz

El inmensamente simpático Vineet Kumar Singh no parecía valer para hacer de héroe, pero consigue dar el golpe en el drama de boxeo de Anurag Kashyap, Mukkabaaz. Singh lo da todo como Shravan, un humilde boxeador tratado como un criado màs por el jefe de la federación local de boxeo Bhagwan (Jimmy Sheirgill). Shravan no tiene otro remedio que enfrentarse con el poderoso Bhagwan porque se enamora de su sobrina muda (Zoya Hussain) y, a través de su lucha, Kashyap explora la corrupción política que afecta al boxeo. Vineet Kumar Singh actua con esfuerzo y rigor, ya sea en las escenas de entrenamiento o en el equilibrio entre las exigencias del boxeo, el amor y el empleo.

Ranveer Singh como Alauddin Khilji en Padmaavat

Si una sola imagen evoca tanto la euforia como lo absurdo, es el momento de la introducción del conquistador que interpreta Ranveer Singh en la película de Sanjay Leela Bhansali, Padmaavat, cuando aparece a la vista desde detrás de un avestruz generado por computadora. La leyenda la reina rajputa Padmavati, que se suicidó en lugar de dejarse capturar por el gobernante del Sultanato de Delhi Alauddin Khilji, trata más sobre el cazador que sobre el cazado. Bhansali canaliza la extravagancia fuera de la pantalla de su protagonista en su concepción de Khilji como un depredador omnisexual obsesionado por una mujer que nunca ha visto, pero que en realidad le preocupa una y solo una cosa: su propio reflejo.

Se dice que ningún director mejora a Ranveer Singh como Bhansali, y tal vez sea algo bueno. Mayor egocentrismo no encontrarás en una pantalla.
(Alia en Raazi)

Alia Bhatt como Sehmat en Raazi

La mayor enchufada de Bollywood antes de Sara Ali Khan (hija de Shah Rookh) está llena de talento, ella sola da sentido a un relato, aunque tenga fallos. Alia Bhatt estuvo impresionante ya en su segunda película, Highway (2014), así como en el drama sobre la droga Udta Punjab (2016). En Raazi, de Meghna Gulzar, interpreta a una intrépida espía de Cachemira que se sacrifica por India. Bhatt sale en casi todos las escenas, y supera el desafío.

Ranbir Kapoor como Sanjay Dutt en Sanju

¿Hay algo más en la hagiografía de Rajkumar Hirani sobre la estrella de cine Sanjay Dutt de lo que se creía a priori? ¿Sanju no es simplemente un proyecto para encubrir los enfrentamientos de Dutt con la ley, sino en realidad un esfuerzo para darle a Ranbir Kapoor el marco adecuado para lucirse como actor?

Elegido como el hijo de Sunil Dutt y Nargis, el de los ojos caídos, que arruinó su vida y su carrera como en un guión de cine, Ranbir Kapoor hace que Sanju valga la pena, aunque ni él puede salvar la película biográfica. El papel se basa en la capacidad de Kapoor para interpretar a héroes condenados contra los que el destino parece conspirar, pero el actor aporta mucho más en Sanju. La película empuja a Kapoor fuera de su zona de confort, y junto con Barfi! (2012) y Jagga Jasoos (2017) se encuentra entre sus actuaciones más convincentes.

Manoj Pahwa como Bilal en Mulk

Mulk, el drama serio y conmovedor de Anubhav Sinha sobre la islamofobia, se centra en una familia que se ve obligada a demostrar sus credenciales patrióticas cuando uno de sus miembros resulta ser terrorista. El personaje principal es el tío del terrorista, Rishi Kapoor, pero la actuación es de Manoj Pahwa destacada, el padre del terrorista. Por lo general, encasillado en papeles cómicos y de bufón, Pahwa demuestra sus habilidades dramáticas con Bilal, que es declarado culpable de asociación y sufre la humillación y la tortura policial.

Pahwa también brilló en la comedia de Harsh Chhaya, Khajoor Pe Atke, a principios de año, con una actuación encantadora como un hombre que no puede esperar a que su hermano enfermo se dé prisa en morir.

Dulquer Salmaan en Karwaan

La estrella de cine malayalam [de Kerala] aterrizó como pudo en el cine hindi con la pelí  Karwaan de Akarsh Khurana. La película, que está muy bien diseñada, no aprovecha un casting estelar, Salmaan, Irrfan [Khan] y Mithila Palkar, pero indica que Salmaan a) puede hablar muy bien hindi y b) puede dejar de lado su tendencia a acaparar la cámara y hacer de un oficinista que necesita relajarse. Salmaan probablemente obtendrá una mejor plataforma para mostrar sus encantos en la próxima adaptación de The Zoya Factor de Anuja Chauhan. Hasta entonces, los fans hindis de la estrella de OK Kanmani y Kammatipadam tendrán que conformarse con Karwaan, una película en busca de su destino.

Rajkummar Rao en Stree

Rajkummar Rao actuó en cinco películas en 2018, con su profesionalidad habitual. Omerta, de Hansal Mehta, podría haber sido el rol de Rao en 2018, pero la reputación de Rao aumentó con Stree de Amar Kaushik. El talento de Rao para hacer comedia, previamente explorado en Bareilly Ki Barfi de 2017, se desarrolla al máximo en la extravagante película de Kaushik sobre un grupo de torpes fantasmas que se enfrentan a un espíritu femenino malévolo.  Rao interpreta a un sastre que piensa que tiene las respuestas con la combinación perfecta de confianza y confusión.

Manoj Bajpayee como Khuddus en Gali Guleiyan

Manoj Bajpayee increiblemente estrenó seis pelis en 2018, comenzando con Aiyaary en enero, y sólo en una de ellas mostró su talento para meterse en la piel de un personaje. En el Gali Guleiyan de Dipesh Jain, Bajpayee interpreta a Khuddus, un hombre atormentado por los fantasmas de su pasado y las exigencias del presente. Bloqueado en su casa de Old Delhi, Khuddus pasa gran parte de su tiempo espiando en el vecindario para localizar a un niño que cree que está siendo abusado por su familia. Una interpretación introvertida, tan difícil como conmovedora, basada completamente en la capacidad de Bajpayee para transmitir el precario estado mental de Khuddus con el mínimo de herramientas.

Sunil Grover como Dipper en Pataakha

Sunil Grover es uno de los bufones más populares de la televisión. Sus papeles en el cine no han hecho justicia a su talento para el burlesque. La Pataakha de Vishal Bhardwaj gira en torno a dos hermanas enemigas (Radhika Madan y Sanya Malhotra), pero lo más destacado es Dipper el  mundanal personaje que interpreta Grover, que vigila a las hermanas y las libera de sus problemas interminables. Bhardwaj por lo general abarca más de lo que puede apretar, pero es de esperar que la perfecta actuación de Grover no pase desapercibida.

Taapsee Pannu como Rumi en Manmarziyaan

El Manmarziyaan de Anurag Kashyap es impulsado por un rendimiento destacado de su heroína. Taapsee Pannu interpreta a Rumi, quien está enamorada del músico musculoso pero inestable Vicky (Vicky Kaushal), pero tiene que conformarse con el matrimonio con el estable y aburrido banquero Robbie (Abhishek Bachchan). Pannu tiene una rara habilidad para jugar a mujeres complicadas sin recurrir al sentimentalismo o la autocompasión. Su Rumi es un desastre de emociones, y Pannu ubica astutamente las cualidades que hacen que el personaje valga la pena preocuparse y preocuparse.

Tabu como Simi en Andhadhun

Tan escurridiza como su nombre, la clásica mujer fatal de Tabú en la malvada comedia de Sriram Raghavan, Andhadhun, es el personaje más seductor de 2018. Simi, segunda esposa de una ex estrella de cine que es pillada mientras continúa con su amante. Simi demuestra ser adepta al asesinato, la eliminación de cadáveres, la cocina, el cegamiento, el engaño y la supervivencia. El aire fresco y la crueldad de Simi se transmiten de manera absolutamente directa, sin trucos ni prospecciones, digna de conocer y temer en igual medida.
Tabu hizo otra película en 2018, el thriller psicológico Missing, pero es Andhadhun el que comunica perfectamente su capacidad de ser malvada y loca sin romper a sudar.
(Gajraj Rao)

Gajraj Rao como Jitinder en Badhaai Ho

El Jitinder de Gajraj Rao es el personaje más sutil y efectivo en el éxito de Badhaai Ho de Amit Sharma. El Jitinder de mediana edad y su esposa Priyamvada (Neena Gupta) superan la edad de mayor actividad sexual. Una noche lluviosa y algo de poesía cambia su vida: Priyamvada queda embarazada.

Gajraj Rao ha hecho en memorables cameos durante años, y Badhaai Ho finalmente le da una plataforma más amplia para exhibir su talento para la comedia tranquila. Presionado por una madre opresiva y unos hijos mortificados, Jeetender está abiertamente avergonzado pero secretamente orgulloso. Su actuación finamente calibrada, lo mejor de la película, y una desea que los realizadores centrasen la trama en la pareja madurita en vez de en sus aburridos hijos.


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