Tara School Nepal monta un hostel

En ello están.

Volver al pueblo después del terremoto no ha sido fácil. 28 meses después a la tercera lo conseguí. Los días que no llueve (y no ha llovido la noche anterior) salen autobuses para Trishuli y alguno para el parque de Langtang. La carretera, que antes tenía tramos asfaltados, ahora es toda barro y piedras. El bus un cacharro de desguace que se mueve a 20 km/h con un efecto de atracción de feria (látigo, pulpo, galeón y gusano loco se van turnando) con conductor (un chaval al volante) que por los frenazos y acelerones gratuitos, uno diría que es un caso precoz de parquison. Comuna Osho, Tatopani, Tinpipli, Kokani, Ranipaua, Pantis kilo todos los pueblines parecen seguir igual, unas cuantas casas rajadas y abandonadas, poco más, los cuartuchos donde venden arroz blanco, o empanadillas al vapor esperan clientes, la carretera sigue en pie por las 2 canteras del km. 38 Kathmandú necesita arena y guijarros a espuertas para su burbuja inmobiliaria.
(Esta era la casa de una alumna. Sus padres vendían té con galletas y criaban pollos.
Ahora está vacía)
En Barai Mandir sólo queda una chabola de madera sirviendo comidas (antes había 3). Bori ani anda: Alubias cocidas con polvo de guindilla (secas) y un huevo duro (por el camino se ven pequeñas jaulas intensivas). No hay pan ni nada que se le parezca y el arroz ya se lo han comido (a las 9 a.m). Hasta la cena no vuelven a cocer (17 h). Empiezo a bajar, se ven casas rajadas pero resistieron. El colegio público cerrado (espero que no para siempre), Las primeras casas han resistido, sólo han cambiado el tejado, pero pronto empiezan a verse chabolos de latón. Según bajo el destrozo es mayor. El colegio de secundaria resiste con su bullicio. Chispea (simisire). Casi no me cruzo con nadie en 2 horas. El camino se me hace corto, las fuentes siguen estando en su sitio.
(El novísimo y sólido Tara School.
Las piedras eran el dormitorio de Rosan)
Y por fin llego, El cole se ve recién pintado, ahora sobran aulas. Donantes coreanos repararon los dos aularios antiguos, Y la casa de los profes que se había caído ha sido sustituida por una de hormigón sólido. Por lo visto dinero suizo. 4 aulas abajo y arriba 4 habitaciones (sin acabar) que serán un hostel el próximo curso ¿Para profes, voluntari@s, turistas? No me saben decir.  7 niveles, 7 profesoras, llevan 7 meses sin cobrar ¿cómo se puede trabajar así? Las profes se ríen de su mala suerte, no se quejan.  Hay 80 niñas y niños matriculados, aunque hoy es el día del padre y no han acudido a clase ni 40. Uniformes nuevos, alguien los habrá donado. Un niño sigue llevando el antiguo rojiblanco (los colores de Guzmán) que cosimos en Calcuta.
(Este descampao es lo que queda de una casa
donde me invitaron muchas veces a cenar y me quedé a dormir)
De las 7 casas que rodeaban el cole no queda ni una en pie, sólo chabolos de latón. Los vecinos se han ido a ver a los abuelos por el día del padre así que me quedo sin ver a Namrata, Rosan, Melina, Mahendra, Sahara, Goma... lo que más ilusión me hacía. Sólo quedan viejos en el pueblo me invitan a comer pero me conformo con un té. Imposible quedarse a dormir en sus refugios sin sentirme culpable. No me queda otra que bajar al pueblo más cercano, otras 3 horas de caminata.

El Sinduri baja crecido pero hay puentes nuevos, uno de 220 m. tiembla bajo mis pies (aunque pone que aguanta 540 personas). Consigo un albergue nepalí, de esos que no tienen colchón, ni cambian la sábana. Eso sí la ducha está nueva y me quito el barro. Las agujetas me duraron 3 días pero mereció la pena. Veo a 2 profes que siguen trabajando en otro cole. Las 2 tienen a sus maridos lejos, una le ve cada 3 años, la otra cada 6 meses (su hijo, hiperactivo no para de llamarme papi). Todas echamos de menos cuando éramos amigas de Tara.

Comentaris