Nepal, sobre la depresión.

El segundo terremoto gordo me pilló chateando con una ex-alumna de Tara School Nepal. El primer temblor le pilló estudiando secundaria fuera de casa. Perdió una hermana mayor. Estaba sola y desamparada me comentaba que lo único que pasaba por su mente era el suicidio. Con los días se le fue pasando y consiguió volver a su pueblo (Madanpur). Su casa se había venido abajo (foto abajo), como el 90% en el pueblo, perdieron búfalos y cabras, rescataron el arroz mojado entre los escombros para sobrevivir. Las miniacequias que reparten el agua por las terrazas de arroz están destrozadas, no saben les dará a tiempo a arreglarlas para la próxima cosecha. Están durmiendo bajo un plástico, el uno de junio está previsto que llegue a Kerala el monzón y en 2 semanas las lluvias viajarán hasta Nepal.

En el pueblo están en shock, pero poco a poco están construyéndose casas de transición. El otro día un paisano que se había subido a su casa en ruinas para rescatar víveres, se cayó y partió un brazo. La carretera, transitable en moto tras el primer temblor, se bloqueó con el 2º, se puede ir a Kathmandú vía Nuwakot, lo que antes te llevaba media mañana ahora un día entero. En el pueblo sólo quedaban niñ@s, mayores y adultos, la gente joven se ha pirado a la capi y los más afortunados a currar a los países del golfo, tras endeudarse una media de 5000 euros. El colegio donde trabajé está lleno de grietas, no sé todavía si se podrá seguir usando (ahora lamentablemente la prioridad es dormir y comer). Pero el dormitorio de profes y voluntari@s y la cocina donde preparábamos 200 menús diarios se han venido abajo.
Os traduzco un artículo de Claire Bennett sobre el estado mental del país tras la serie de terremotos:

¿Qué pasa cuando una zona desastrada sale de los focos de los medios de comunicación? ¿Qué sucede cuando el impacto real de una tragedia no ha sido detectado? El terremoto del mes pasado en Nepal atrajo una frenética atención de los medios internacionales. La ayuda internacional se comprometió en cantidades cada vez mayores, como parodia repugnante de un juego de apuestas. La cifra ascendente del número de muertes... Fue impactante. Fue espantoso... Y emocionante.

Una noticia, por definición, deja de ser nueva en seguida. Es difícil añadir un nuevo enfoque a todo lo que ya se ha dicho, publicado, emitido. La tragedia se convierte rápidamente en monotonía, y la monotonía no es noticia. La mayor parte de la población mundial, que lucha por su existencia día a día, está en gran medida ausente de los medios de comunicación. Viven y mueren en silencio.

Ahora los medios hablan de las elecciones británica, de la campaña en España... no cuentan nada de lo que está ocurriendo en Nepal, los enviados especiales se fueron antes del segundo terremoto. Se podría pensar que los efectos del terremoto han terminado, que todo está limpio y todo el mundo en su casa. Mucha gente ya ha olvidado Nepal y su terremoto.
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(Foto Vijay Pandey)
El impacto mental y emocional de un terremoto es el otro desastre invisible
Esto es lo que no se cuenta: ha habido dos terremotos mediáticos en Nepal, pero desde el 25 de abril, se han producido más de 200 réplicas de una magnitud 4 o superior. Quien las sufre ha inventado sus propios mecanismos de supervivencia. Las palabras han adquirido significados nuevos y siniestros. "Ayo", que se traduce como "ha llegado" o "aquí está", que se decía cuando llegaba la luz tras los largos cortes que sufre Kathmandú en invierno, ahora, se dice con miedo y es la señal para evacuar los edificios durante las réplicas.

A pesar de obligar al pueblo de Nepal a pasar sus noches bajo una lona, ​​aterrorizado por edificios que se derrumban, y robándoles el sueño en noches sin fin, los continuos temblores no se reflejan en los medios internacionales porque no son lo suficientemente dramáticos.
(Sindhulpachok,, la situación desespera, foto de mi amigo Ashok Nepal)
Los efectos de la continua inestabilidad en Nepal son más trágicos e hirientes que la devastación física que arruinó el paisaje. "Ya hay evidencia de que los terremotos están impactando en la salud mental", dice el Dr. Sonya Martin, psiquiatra del hospital Ciwec en Katmandú. "Los terremotos infunden un miedo generalizado y la incertidumbre acerca de lo que traerá el futuro."

Las consecuencias emocionales a largo plazo de un desastre se relacionan con sentimientos de impotencia ya que la naturaleza es incontrolable. La frágil normalidad forzada que se había instalado en el nuevo Nepal post-terremoto, el mundo de las tiendas de campaña y comida colectivas, se resquebrajó después de la réplica de 7.3 el 12 de mayo. Los continuos temblores recuerdan a las víctimas constantemente que el peligro continúa. En lugar de remitir con el tiempo, el estrés extremo se prolonga durante días y semanas.

La sismología no puede proporcionar respuestas claras. Antes del 2º temblor de 7,3 grados circularon rumores en los medios sociales que con más de un 99% de posibilidades un temblor de magnitud 7 no ocurriría a corto plazo, y al mismo tiempo que un "seísmo gemelo" vendría muy pronto.

El impacto mental y emocional de un terremoto es el otro desastre invisible. Podría decirse que los problemas de salud mental son siempre invisibles - se esconden con vergüenza, hay otros problemas  de los que es más fácil hablar. Pero, ¿cómo comparar este desastre invisible con los miles de millones de dólares en daños materiales? El Dr Gerda Pohl, desde Phase Worldwide, una organización que ofrece ayuda urgente tras desastres, ha oído hablar de varios suicidios e intentos de suicidio como consecuencia de la catástrofe.
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(Foto Vijay Pandey)
También se extiende el sentimiento de culpa entre las personas sobrevivientes. Devaki, de Fulpingkot en Sindhupalchowk, resultó gravemente herida pero se esfuerza por entender por qué ella se salvó cuando iba de la mano de su hija de 16 años que murió bajo los escombros. Tampoco las personas que trabajan en labores de rescate son inmunes al trauma emocional. La gente en primera línea de ayuda no tiene un día libre ni una noche de sueño reparador, pero sus familias y hogares también han sido gravemente afectados.

El efecto de esta serie de desastres en Nepal va a durar mucho tiempo. Mucho después de que los temblores paren, mucho después de que las casas hayan sido reconstruidas, mucho después ser olvidados por los medios. La duración del impacto de la tragedia depende de nosotr@s. El apoyo y la solidaridad con Nepal tiene que durar mucho más allá de los días iniciales de la crisis. Porque, sin duda, la invisibilidad es la tragedia más grande.
(Construyendo casas de transición en Dandakateri, Madanpur, Nuwakot, Nepal)


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