Adios, Nepal (2013)
El año pasado se me quedó en el tintero este artículo. No he tenido tiempo de completarlo durante este frenético año, pero sirva para anunciar que la semana que viene estaré pisando de nuevo el Valle de Kathmandú:
"La primera vez que llegué a Nepal en 2004 pasé unos increíbles días en Kathamandú, descubrí que el país era hinduísta y no budista como lo situaba en mi imaginario, y que viven de agradar al turista. Cuando los amigos salieron a la montaña para bajar un río en canoa, se encontraron con ¡ una guerra civil ! Nadie nos había dicho nada, y entonces nos dijeron tranquilas la capital está a salvo y, además, los rebeldes respetan a los turistas, no quieren dañar la principal industria del país. (Era mentira, el turismo aporta el 7% del PIB, dentro del 48% que aportan los servicios también hay una gran partida de ingresos por cooperación, Nepal es el país del mundo con mayor ratio de ong's por habitante; la agricultura aporta el 36% y la industria el 15%. Se estima que las remesas de los nepalís emigrados aportan un 25-30% del PIB, que crece en los último años entre el 3,5 y el 5%, muy por debajo de sus gigantes vecinos chino e indio).
Cuando volví en 2006 no encontramos los esperados controles del ejército en la carretera que nos llevó a Pokhara. ¡ La guerra civil había terminado ! Desde entonces empecé a interesarme por la enfollonada política nepalí y de vez en cuando os cae un artículo en este blog (ver por ejemplo "Breve historia de Nepal" o "Los maoístas") . La cantidad de partidos e intereses es impresionante, y su consistencia mínima. Si hace poco la última escisión de los maoístas (CPN(M)) dijo que podía aliarse con los monárquicos (al otro extremo del arco ideológico) era un simple farol, una estrategia, una mentira que no pensaban cumplir, pero que se usaba como medida de presión para imponer sus intereses (quieren retrasar las elecciones del 19N porque necesitan más tiempo para diferenciarse del partido del que se han escindido, el UCPN(M)). Así es la mentalidad nepalí, fluye dependiendo de intereses escondidos y de quien se tenga delante.
Todo esto para contaros que la escuela de los campos de arroz queda a su propia suerte. La gente que hemos trabajado por hacer una escuela de calidad en un pueblo de la montaña, tristemente hemos descubierto que no nos podíamos fiar del equipo que habíamos formado con paciencia y cariño durante años. Cuando "los extranjeros" no estábamos, la cosa se relajaba mucho, demasiado. Pues ahí os quedáis. Ahora se lamentan pero no han estado a la altura, y no han aprovechado la oportunidad. El colegio vuelve a estar gestionado por la asamblea de padres (de la casta alta, claro) que han colocado a su gente y gestor. Lo siento por los niños, los gritos y los palos ya no están prohibidos en la escuela. Ya no hay dinero para comida ni un sueldo justo para los profes, la educación no se valora, se da por hecho que alguien de fuera debe financiarla (gobierno, o a ser posible, ong extranjera que no moleste).
Así que este año, mi estancia en Nepal, se quedó sin sentido, porque hacer turismo ya no me sorprende y en época de lluvias no se puede ir a la montaña (la mayor riqueza de Nepal es su naturaleza). Me dediqué a despedirme de los muchos amigos que he ido haciendo en estos años, porque quizá no vuelva más...
Adiós montañas doradas
adiós campos de arroz
y su verde eléctrica emoción (y su aroma a nuez)
adiós senderos y veredas
preguntar por un destino y recibir un pocillo de agua
mangos y pomelos,
comino y cilantro,
té con laurel y cardamomo negro
mijo y migas de maíz
sonrisas, miradas rasgadas, bailes
colores y calores
juegos y carreras
Adiós Kathmandú ruidosa, sucia y loca:
"La primera vez que llegué a Nepal en 2004 pasé unos increíbles días en Kathamandú, descubrí que el país era hinduísta y no budista como lo situaba en mi imaginario, y que viven de agradar al turista. Cuando los amigos salieron a la montaña para bajar un río en canoa, se encontraron con ¡ una guerra civil ! Nadie nos había dicho nada, y entonces nos dijeron tranquilas la capital está a salvo y, además, los rebeldes respetan a los turistas, no quieren dañar la principal industria del país. (Era mentira, el turismo aporta el 7% del PIB, dentro del 48% que aportan los servicios también hay una gran partida de ingresos por cooperación, Nepal es el país del mundo con mayor ratio de ong's por habitante; la agricultura aporta el 36% y la industria el 15%. Se estima que las remesas de los nepalís emigrados aportan un 25-30% del PIB, que crece en los último años entre el 3,5 y el 5%, muy por debajo de sus gigantes vecinos chino e indio).
(el cpn(m) llamando al boicot electoral) |
Todo esto para contaros que la escuela de los campos de arroz queda a su propia suerte. La gente que hemos trabajado por hacer una escuela de calidad en un pueblo de la montaña, tristemente hemos descubierto que no nos podíamos fiar del equipo que habíamos formado con paciencia y cariño durante años. Cuando "los extranjeros" no estábamos, la cosa se relajaba mucho, demasiado. Pues ahí os quedáis. Ahora se lamentan pero no han estado a la altura, y no han aprovechado la oportunidad. El colegio vuelve a estar gestionado por la asamblea de padres (de la casta alta, claro) que han colocado a su gente y gestor. Lo siento por los niños, los gritos y los palos ya no están prohibidos en la escuela. Ya no hay dinero para comida ni un sueldo justo para los profes, la educación no se valora, se da por hecho que alguien de fuera debe financiarla (gobierno, o a ser posible, ong extranjera que no moleste).
Así que este año, mi estancia en Nepal, se quedó sin sentido, porque hacer turismo ya no me sorprende y en época de lluvias no se puede ir a la montaña (la mayor riqueza de Nepal es su naturaleza). Me dediqué a despedirme de los muchos amigos que he ido haciendo en estos años, porque quizá no vuelva más...
(arroz, espantapájaros minimalista, tomates bajo plásticos, río y templo sobre la colina) |
Adiós montañas doradas
adiós campos de arroz
y su verde eléctrica emoción (y su aroma a nuez)
adiós senderos y veredas
preguntar por un destino y recibir un pocillo de agua
mangos y pomelos,
comino y cilantro,
té con laurel y cardamomo negro
mijo y migas de maíz
sonrisas, miradas rasgadas, bailes
colores y calores
juegos y carreras
Adiós Kathmandú ruidosa, sucia y loca:
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Un abrazo y suerte!...estaré esperando que retomes tu blog.
=)