Hemendranath Mazumdar el pintor de la mujer india.
(título: the toilet) |
Desde su infancia, Hemendranath tenía inclinación por la pintura. Cuando era un estudiante de décimo curso huyó de la casa, fue a Calcuta y se matriculó en la Escuela Pública de Arte. Pronto se sintió frustrado con la rutina y la disciplina de la escuela que indianizaba artificialmente el arte. Las cosas se volvieron insoportables, cuando, en 1911, el rey de Inglaterra visitó la India y el director de la Escuela de Arte pidió a sus alumnos que diseñaran, construyeran y decoraran una puerta de celebración como bienvenida leal al monarca a llegar.
Tras este incidente, muchos artistas, como Hemendranath, Bhabani Charan Laha y Atul Bose se apuntaron a la Academia de Arte Jubilee, que fue fundada en 1897 por Ranadaprasad Gupta, en un gesto de ruptura. Esta toma de control y desafio de la autoridad sirvieron para que Mazumdar se hiciera consciente de la necesidad de seguir sus propios instintos en lugar de limitarse a seguir un movimiento o grupo en particular. Se convirtió en uno de los pocos artistas indios del siglo XX que disfrutaron de éxito monetario y apreciación crítica.
En una época en que el desnudo era tabú, sus pinturas eran la única manera de que un rico colgara en su pared mujeres semidesnudas sin escandalizar. Aunque ahora nos parezcan inocentes, sus trabajos eran de un erotismo turbador en su día. Aunque se le considera pintor de la mujer india en la intimidad, por su puesto su visión es la de un hombre y un voyeur. Dibuja a una mujer mansa, tranquila, ensimismada, cuando la realidad de esta era bien dura: no era dueña de su vida y siempre estaba controlada y dominada por el hombre, para quien trabajaba de sol a sol y de noche era su esclava sexual. Por muy alto que sea su valor pictórico trata a la mujer como mero objeto, no entiende, ni denuncia, ni refleja su realidad. Hay que leer entre líneas, esa soledad, esas miradas siempre tristes, melancólicas, esos entornos domésticos y esa falta de actividad, de relación (allí las mujeres son entregadas a otra familia a través del matrimonio).
(título: bañista) |
En 1921, Mazumdar ganó la medalla de oro por su obra 'Reminiscence' en una exposición en Bombay. En el mismo año, otro de sus cuadros fue galardonado con el primer premio de la Sociedad de Bellas Artes de Calcuta.
(título: rosa o espina) |
En 1931, fue invitado por el maharaja de Cachemira a trabajar en el palacio, y después fue nombrado oficialmente "pintor de la corte" del maharajá de Patiala. Durante este período de su carrera, produjo muchas pinturas al óleo que todavía cuelgan en los tribunales de muchos del Rajastán como Jodhpur o Bikaner. Después de la Independencia, en 1947, Hemendranath fue invitado a pintar un mural para decorar la exposición All India, en el que mejoró toda su obra anterior. Pintó sus paneles con varias escenas de la vida en la Bengala en la que creció. Pintar este mural se llevó la salud del viejo artista, y un año después, en 1948, falleció, dejando un impresionante patrimonio de obras detrás. (NDT: bueno, aunque en muchas biografías no lo cuentan Hemendranath bebía mucho alcohol destilado, su hijo también lo hacía y acabó malvendiendo la obra de su padre) (fuente)
(outside an indian dye house) |
A parte de que el sentido inicial de lejanía al sujeto (se contempla desde fuera a la mujer) y verosimilitud (el realismo pictórico hace pensar que estas mujeres existen y pasan ese rato introspectivo cada día), esta experiencia visual probablemente pueda explicarse en términos de una negociación entre dos modos de reconocimiento: uno es un compromiso estético con los aspectos formales de las pinturas, el otro es un necesidad de dar sentido a la posible narración que aparece en las pinturas. Pero también existe una tercera vía en la que puede ser el punto de encuentro de algunos de sus pinturas: el potencial considerable para voyeurs, el artista mezcla encubrimiento y revelación a varios niveles. Mazundar convierte al espectador en mirón no sólo por el actual fuerte componente erótico en la mayoría de sus obras, sino también por el marco de aislamiento en el que se sitúa a la mujer, que permite echar un vistazo al momento personal más privado : el del diálogo silencioso con una misma.
Con toda probabilidad, trabajó con la hipótesis previa de una audiencia masculina y heterosexual, que, en cierto sentido, es privilegiada tanto por la historia que se cuenta y los dispositivos utilizados en su relato. La mayoría de sus pinturas representan figuras femeninas solitarias. Bastantes de estas mujeres solas son mujeres tristes, cada una situada en un intenso momento de sufrimiento. Los usos de ciertos detalles visuales, así como la elección de los títulos descubren la razón del sufrimiento: éste parece ser, casi siempre, infligido por un hombre, a modo de separación, traición y / o abandono. Por ejemplo, en la obra titulada Porityokta (The Abandoned) tenemos esta mujer que se presenta en un gesto reconocible de angustia. No hay desnudez frontal parcial, y el hecho interesante es que, a pesar de su desnudez, ella todavía está ornamentada. Tanto sus adornos y su estado de desnudez habla del hombre que ha partido. Las bisagras de la narración sobre estos indicios, se mantiene abierto y se presta a diversas interpretaciones. Los momentos de intimidad en las pinturas Mazumdar son, por lo tanto, bastante paradójica. La mujer en cuestión es continuamente observada, examinada y juzgada, ya sea por sí misma o una presencia masculina extra-textual, y esta creación meticulosa de la vida privada funciona como un factor ambiental. Esta sensación de estar incrustado en la pantalla lo convierte en una interesante alternancia y observable intensamente entre lo público y lo privado, la representación y lo experiencial
En cuanto a la evolución de su carrera podemos distinguir tres fases:
La sensualidad de la mujer.
Pequeños momentos de vida cotidiana.
Mitología, religión y alegorías.
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