Campaña por una India más segura para las mujeres.

Aunque la repercusión en redes sociales es más grande que en la calle, poco a poco se está empezando a desarrollar una conciencia colectiva de lo machista que es la cultura india. Se necesitarán varias generaciones para que sea significativo, pero el cambio ya ha comenzado. Os dejo con un artículo del bloguer Rezwan traducido por Liliane Tambasco:
(safecitypledge Bombay)
Una campaña en Twitter tiene a los indios desbordando a los medios sociales con promesas personales de lucha en contra del acoso y del sexismo.

Luego de una brutal violación en grupo de una joven  en  un autobús en marcha en Delhi, el proyecto artístico comunitario llevado a cabo por voluntarios Blank Noise invitó a los usuarios a un tuitatón de 24 horas, el 19 de enero de 2013, a publicar la promesa de un compromiso con nuevas ideas para hacer de las ciudades un espacio más seguro para las mujeres.

La campaña #SafeCityPledge [Compromiso por una ciudad segura] ha sido uno de los principales temas que marcaron la pauta en India en esos días, y los tuits, algunos con fotos de los usuarios sosteniendo pancartas con sus compromisos, siguen llegando a raudales.

” Prometo luchar por mis derechos, aunque las circunstancias sean intimidantes” decía una pancarta sostenida por una mujer en Calcuta.

“Prometo comportarme como un hombre y dejar de comportarme como un animal” decía otra, esta vez en manos de un hombre rodeado de sus amigos varones.

P Bharat en Shakhti, un blog de derechos de la mujer, recopiló y resumió algunas de las ideas y promesas compartidas, atacando la cultura patriarcal y la tendencia de echar la culpa a la víctima entre otras cosas:

    * “Prometo no ser un espectador mudo. Prometo intervenir. Cambiar la escena”.
    * “Mirar es inaceptable. Sonría y mire a otro lado. Por favor, haga que los otros sientan cómodos”.
    * “Apoyaré a mis amigas siempre que se sientan perseguidas por los hombres. No dejaré que los hombres intimiden a las mujeres en mi presencia”.
    * “Jamás vote a partidos donde haya violadores en su seno y que los justifique”.
    * “Prometo dejar de hacer bromas sexistas y tener conversaciones abiertas sobre la igualdad de género en casa”.

La violencia sexual contra las mujeres y chicas en la India ha estado bajo intenso escrutinio desde la violación en grupo del diciembre de 2012, en la cual la victima murió por sus lesiones, y de incidentes similares este año. Ante la protesta pública, el gobierno aprobó una nueva ley con castigos más severos, incluida la pena de muerte para los violadores.

Impulsado por una serie de incidentes trascendentes, el movimiento en contra del acoso sexual y del sexismo ganó fuerza dentro y fuera de la red. Otra iniciativa conocida como Safecity rastrea el acoso en las calles en India a través de las informaciones de la gente. Las informaciones enseñan que el acoso en las calles es todavía un problema candente en India.
(safecitypledge Calcuta)
Hubo varias marchas de protestas por las calles y mítines presentando promesas de una ciudad segura para las mujeres en Goa, Bangalore, Delhi, Pune y Calcuta, organizados a través de los medios sociales.

Anu Elizabeth Roche, voluntaria de Akanksha, fundación sin ánimo de lucro que trabaja con niños desfavorecidos, escribió en Facebook  sobre una de las manifestaciones en Bombay:

    Muchos hombres y mujeres  - jóvenes y viejos-  vinieron con sus propias pancartas y consignas comprometiéndose a promover una acción intensificada en contra del acoso sexual, de las actitudes sexistas y hablaron en general revindicando su espacio, principalmente en la esfera pública.

La bloguera Sahar Zainab recuerda su experiencia personal leyendo los tuits de #SafeCityPledge con una mezcla de esperanza y realismo duro:

Me encanta especialmente la foto (aquí a la derecha) de la mujer de Lucknow, su dupatta (pañuelo para cubrir el pecho) enrollado firmemente alrededor de su cabeza, prometiendo ‘humein baahar aane jaane par kisi ki rokk-tokk manzur nahi’ (no aceptamos el control de nadie sobre nuestras idas y venidas por las calles).

    Pero la verdad es que todavía queda un enorme fracción de mujeres, de chicas, e incluso de niñas en los pueblos, en las ciudades pequeñas, en las grandes ciudades e incluso en las metrópolis, que todavía tienen que armarse de valor para salir a la calle.

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