Así viven las trabajadoras del textil en Bangladesh.

El terrible accidente del edificio de confección textil en Bangladesh ha puesto en evidencia que somos cómplices de muchas injusticias, que debemos ser consumidoras responsables y tener mucho cuidado con lo que compramos. Ya van casi 1200 muertes. Algunas firmas anuncian tímidas mejoras en las condiciones de las trabajadoras, ahora se lavan la imagen, luego todo se olvida. Sin duda la imagen de la tragedia es esta:
 
Y su autora se define así en su web:
Taslima Akhter nació en Dhaka en 1974. Ahora estudia tercer año de periodismo fotográfico en Pathshala (South Asian Institute of Photography). Se licenció en Administración Pública en la Universidad de Dhaka. Se involucró en política durante su vida estudiantil y fue presidenta de la Federación Estudiantil de Bangladesh. En la actualidad, está involucrada en organizaciones de mujeres y trabajadores. Cree que la fotografía es también parte de su trabajo político. Este año, fue seleccionada para la beca de la Fundación Magnum de la región del Asia meridional y ganó el tercer premio de fotografía documental "Julia Margaret Cameron". Su trabajo sobre la vida y la lucha de los trabajadores de la confección se va a exponer en  el festival de fotografía de Angkor en Camboya este año. Hace  fotografía documental en temas de género-ambiente-cultura y denuncia de discriminación social.

Taslima lleva años denunciando las condiciones de los trabajadores de la industria textil en su país, que son las peores del mundo. Por eso todas las grandes marcas fabrican allá. Esta es su serie de fotografías "The Life and struggle of garment workers" (Vida y lucha de los trabajadores textiles) tomadas entre 2008 y 2010, he evitado las fotos más truculentas de cadáveres y edificios quemados. Intercalo las fotos con declaraciones de Taslima a un medio de información británico.

(La mujer sigue siendo sumisa al hombre. Boda tradicional sobre una cama)

(Antes la mujer no podía salir de casa, ahora desatiende a sus hijos muchas horas al día por un salario de miseria)
(Las hermanas mayores tienen que cuidar a los bebés, así dejan de estudiar y el círculo se cierra)
"Quiero informar al mundo acerca de la crueldad a que son sometidos nuestros trabajadores y las condiciones de trabajo de la mano de obra más barata de nuestro país.

"En el pasado, los empresarios y el gobierno han dicho que activistas y trabajadores están tratando de frenar la industrialización, que es la misma historia de siempre utilizada para argumentar en contra de los derechos de los trabajadores.
(Sacando agua de un pozo para comer y cocinar, el subsuelo no filtra la contaminación de una sucia ciudad)

"Sin embargo, como activista y fotógrafa sé que lo/as activistas sindicales y trabajadores quieren el desarrollo de la industrialización, pero creemos que sin mejora de la condiciones de los trabajadores, con salarios justos y medidas de seguridad, la industrialización no es posible.
 Manifestaciones por la misteriosa muerte de una trabajadora en Mirpur, en 2010. La policía las disuelve con gas, palos y chorros de agua coloreada.

(En 2006 el sueldo era 25$/mes, tras una huelga larga subió a 45$ en 2010, en 2013 está en 38$)

"Y no es sólo un problema local, es también un problema internacional. Los consumidores compran productos de nuestro país a un precio muy barato, nuestro trabajo se ha convertido en la mano de obra más barata en el mundo. Los compradores de otros países no se preocupan por los salarios de los trabajadores, ni por su seguridad.
(Jornadas interminables por 30 euros mensuales)

"A través de mi fotografía he estado tratando de hacer campaña en contra de los bajos salarios de los trabajadores y sus precarias condiciones en los últimos cinco años. No quiero que mi fotografía se utilice para acabar con nuestra industria, sino para mejorarla. Espero que los lectores estén de acuerdo conmigo ". - Taslima Akhter
(Hacinamiento en las viviendas y en los centros de trabajo)
Cuando un conflicto así se hace un hueco en los medios, todo el mundo hace declaraciones de buenas intenciones. Veremos si cumplen lo prometido. El gobierno ha prometido una subida del salario mínimo (dentro de tres meses) y una revisión de la ley "Labour Act" de 2006 que aunque técnicamente permitía que lo/as trabajadores formasen sindicatos, en la práctica no se podía porque necesitaban un permiso que nunca llegaba. En cambio la represión estaba a la orden del día. La primera ministra Hasina creó en 2010 una fuerza policial específica para reprimir las manifestaciones de trabajadores. En 2012 murió misteriosamente Aminal Islam, un trabajador reivindicativo.

Desde 2005 y antes del derrumbe de abril 2013, ya habían muerto 1800 trabadora/es del gremio y no se había hecho nada. Muchos de estos edificios han construido pisos y pisos ilegalmente y sin medidas de seguridad, ni salidas de emergencia. En Bangladesh hay 3,6 millones de trabajadores de la ropa y el textil.

Hay 5.000 fábricas en el país y se mueven 18 billones de dólares (unos 1.500 millones de euros). Bangladesh es uno de los países más pobres del mundo pero el tercer exportador mundial de ropa, sólo por detrás de China e Italia. La renta per cápita es 1.940$ por año y persona (la de Nepal es 1.300, la de India 4.000, Españistán 32.000). El gobierno teme que si suben los sueldos la industria pierda trabajo (antes de marzo la Disney anunció que dejaba de producir en Bangladesh por cuestiones éticas).

Se estima que hacer que las fábricas sean seguras costaría 3 billones de dólares, lo que supondría 25 centavos extra por pieza de ropa durante un año.

Para profundizar en el tema os sugiero este completo informe (descargar 21 páginas en inglés) titulado
Historicizing Garment Manufacturing in Bangladesh: Gender, Generation, and New Regulatory Regimes (Historia de la manufactura de ropa en Bangladesh: Género, generación y nuevas regulaciones) en el que Shelley Feldman nos cuenta la revolución que supuso desde finales de los 70 la incorporación de la mujer al mundo laboral en un país musulmán, machista y tradicional. Hasta hubo que reinterpretar el Corán que imponía el purdah (reclusión en casa) a las mujeres.

Publicado por el "Journal of international women studies" en noviembre de 2011. En él aparecen gigantes como IKEA y Wal-mart transnacionales que se lucran con las facilidades que les da el rampante neoliberalismo que nos rodea.

Comentaris

25 centavos por prenda. Con qué poco se podría hacer tanto!...ojalá sea éste el comienzo de un verdadero cambio.
Un abrazo