Movimientos importantes en Nepal.

La política nepalí es un auténtico lío pero de vez en cuando hay que ponerse al día. La frustración y rabia por las injusticias milenarias fue encauzada por los maoístas que llevaron a los más pobres a una guerra civil contra la monarquía absolutista reinante. Tras 10 años consiguieron echar al rey pero no a los poderes fácticos. Hubo unas elecciones y ganaron los maoístas (sin mayoría absoluta) y una vez en el poder los líderes maoístas han cambiado pocas cosas (pero se han dedicado a vivir bien y a colocar a sus amiguetes como hacían los políticos contra los que lucharon). La gente está decepcionada y es difícil que vuelvan a ganar otras elecciones, por eso no las quieren convocar. Esto ha llevado al país a un limbo político y un vació de poder. La nueva constitución, ya sin la monarquía, aun está por escribir. Un nuevo movimiento inédito se ha producido en el tablero de la alta política, para explicarlo no recurro a la prensa nepalí sino que os traduzco un artículo de Mikel Dunham, escritor, pintor, fotógrafo y periodista especializado en las relaciones China-India-Nepal (fue observador internacional de las elecciones nepaliscas de abril de 2008).
(foto Reuters)
Nuevo liderazgo en Nepal: la Corte Suprema asume el mando, los maoístas quedan apartados.

El presidente del Tribunal Supremo de Nepal ha sido investido como primer ministro de un gobierno interino encargado de dirigir el país hacia elecciones después de un acuerdo entre los partidos que rompe un estancamiento de 10 meses.

Los líderes de los cuatro principales partidos llegaron a un acuerdo a última hora del miércoles 13 de marzo para nombrar a Khilraj Regmi para liderar un gobierno interino que supervise lo que serían las segundas elecciones nacionales desde el final de la guerra civil en 2006.

Las elecciones, en teoría, deberían celebrarse el 21 de junio, pero los analistas dudan que la votación pueda llevarse a cabo dentro del plazo previsto.

Un desafío legal al nombramiento de Regmi fue lanzado poco después de su nombramiento el jueves, una facción disidente del partido maoísta ha convocado una huelga para protestar contra el acuerdo.

Regmi, cuyo título oficial es presidente del consejo electoral provisional de ministros, tendrá la responsabilidad de varios ministerios.

La política nepalí ha operado en un vacío legislativo desde mayo de 2012, cuando el Parlamento, que también tenía que conseguir la redacción de una nueva constitución para Nepal, fue disuelto.

Luchas políticas internas, incluida una escisión en el gobernante partido maoísta el año pasado, han dejado en nada los esfuerzos para conseguir un un plan de paz consensuado que consiguiera reconstruir el país tras una guerra civil de 10 años.

Este acuerdo también ha resuelto algunas de las cuestiones más polémicas, como la creación de una comisión de verdad y reconciliación y la forma de incorporar a antiguos combatientes maoístas en el ejército.

Sin embargo, aunque todas las partes dicen que quieren que las elecciones tengan lugar en junio, se habla ya que podrían ser retrasadas. "Si las cosas no siguen bajo control, vamos a aplazar las elecciones hasta noviembre", dijo Ram Chandra Paudel, el líder del principal partido de la oposición el Congreso Nepalí.

Parte de la oposición más fuerte al acuerdo ha venido de un nuevo partido maoísta, algunos de cuyos partidarios se enfrentaron con la policía en Katmandú. Dev Gurung, líder de la facción, anunció una huelga de protesta de cinco horas. "Los líderes de cuatro partidos llegaron a un acuerdo en medio de la noche. Es fascista, antidemocrático y antinacional", dijo Gurung.

Muchos abogados nepalíes también están en contra del acuerdo porque el nombramiento del Presidente del Tribunal Supremo como jefe del gobierno es inconstitucional. "Nombrar al Presidente de los jueces como Primer Ministro va contra la Constitución provisional y el principio de separación de poderes", dijo Sunil Pokhrel, Secretario General de la Abogacía

La posición del Sr. Regmi se vería complicado por el hecho de que hay varias decisiones de la Corte Suprema que el gobierno no ha ejecutado, como la sentencia al legislador maoísta Krishna Bal Dhungel en un caso de asesinato que se remontan a los días de la "Guerra Popular" de los maoístas (people's war). Los maoístas insisten en que estos casos sólo debe ser examinados por la Comisión Verdad y Reconciliación. Sin embargo, la Comisión, que se suponía que se formó seis meses después de la firma del acuerdo de paz que puso fin a la "guerra del pueblo" maoísta en 2006, no se ha materializado debido a los desacuerdos sobre las disposiciones de amnistía para graves casos de profanación de los derechos humanos cometidos durante la guerra por ambos bandos, el ejército de Nepal y la guerrilla maoísta.

Comentaris

¡qué lejana resulta la idea utópica de ver estabilizadas reales democracias en todas nuestras naciones!
Hay que seguir insistiendo, claro. No será la panacea, por supuesto, pero es lo mejor que hasta ahora hemos descubierto.

Un abrazo