Muere el político que bautizó a Mumbai (antes Bombay)

¿ Quién ?
Bal Thackeray
¿ Y ese quién es ? me preguntáreis la mayoría.
Pues hay en India gente mucho más conocida que el propio Gandhi (como Ambedkar) y que no trasciende fuera de sus fronteras. este es el caso de este político nacionalista de Maharastra, el estado cuya capital es Mumbai, antes conocida como Bombay (que procede de buena bahía, en portugués). Fundador del Shiv Sena, un partido fundamental para entender lo que ha pasado políticamente hablando, en Bombay y alrededores en las últimas cuatro décadas.

En cuanto se supo la noticia todo el mundo se fue a casa y en 2 horas todo Bombay estaba cerrado.

Resumir la vida de este animal político que se inventó una conciencia (el marathi manus, el hombre común de Maharastra) que enganchó con millones de votantes que le llevaron al poder (al de verdad, en la sombra). No era ningún angelito y usó el odio al de fuera como base de su ideario. Sus partidarios han llegado a boicotear la proyección películas en los cines porque en ellas se decía Bombay y no Mumbai o a apalear a los jóvenes de otros estados indios que llegaban a Bombay a intentar hacer exámenes de oposiciones a funcionariado público de Maharastra. Vamos a ver unos cuantos semblantes de este personaje en los medios de comunicación.

Empezamos por la visión de Djoh un francés que vive en Bombay (os traduzco del francés):

Todas las tiendas cerradas (por su propia elección o por la fuerza), y una ciudad de 18 millones de personas que deja de vivir durante tres días tras la muerte de un político de extrema derecha. La vida de Thackeray ha sido sulfurosa, cuando menos, xenofobia, incitación al odio racial, fomento del terrorismo, ser hindú ultra-nacionalista y odio anti-musulmán le caracterizaron. 

Nunca se preocupó por la justicia, porque probablemente estaba por encima de los jueces, su lema siempre ha sido "Maharashtra para los marathis". Este estado, donde pasé dos años, es la mitad del tamaño de Francia, pero tiene el doble de la población. Bombay es la capital, también conocido por Mumbai desde que así lo dispuso Bal Thackeray 
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Esta ciudad de 20 millones de personas vio disturbios importantes a finales de 1992 en losque murieron 900 personas. El papel de Bal Thackeray en estos disturbios es claro, pero nunca ha sido probado.
Según Thackeray el problema en Mumbai tera haber acogido durante demasiado tiempo a "extranjeros" - es decir a los indios de los estados vecinos, Gujarat, Uttar Pradesh, Bihar ... Los maarathis, durmiendo durante la invasión (como la de los mogoles y más tarde  la de los británicos) han esperado demasiado tiempo. Bal Thackeray, que empezó a trabajar como dibujante de chistes políticos, despertó el sentimiento Marathi. Sus propuestas eran obligar al conocimiento del idioma de la zona (el marathi), reserva de puestos de trabajo en las empresas para gente nacida en Maharastra, etc

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Por mi parte, lo recuerdo especialmente por su frase de 1967: "Hoy en día la India necesita a alguien como Hitler". (Más análisis en francés por Julie y Helène)
(Seguidores recordando a Bal Thackeray en el barrio de Chembur, Bombay)

Esto escribe CP Surendran en un blog del periódico de más difusión en India, el times of India.

Balasaheb Thackeray ha muerto, más o menos. En realidad menos. Esto se debe a que aunque Thackeray, de 86 años, ha fallecido, su ideario (el Thackerayismo, digamos) estará muy presente durante décadas.

Un gran legado de Balasaheb, además del concepto marathi manus (NDT: el ciudadano nacido en Maharastra, orgulloso y excluyente) y una política totalmente nueva de chantaje, es la invención constante del otro. En los años sesenta, cuando el movimiento sindical de Bombay fue controlado fundamentalmente por los partidos de izquierda, y el naciente Shiv Sena estaba tratando de encontrar su hueco entre los grandes partidos, el enemigo era el comunismo.

Cuando se deshicieron de la izquierda con su violento estilo político el Shiv Sena tuvo que definirse buscando a otro enemigo: el oscuro y sudoroso indio del sur, cuya industria se hacía visible por todas partes en el mundo corporativo de Bombay. Durante un tiempo allí, el Dravidian (NDT: habitante original de la India, como la mayoría de la población del sur de India, y más oscuro de piel) astuto era el equivalente de la Judio en la Alemania nazi. Entonces la rabia se centró, durante bastante tiempo, contra los musulmanes, desde las bombas de 1993 (NDT: murieron 250 personas y se culpó a los servicios secretos paquistaníes en connivencia con importantes mafiosos de Bombay).

En los últimos tiempos, con Balasaheb mayor, sus descendientes, en especial del jefe del partido separatista, MNS, Raj Thackeray, que podría volver de un momento a la familia y la cabeza del Shiv Sena, han puesto su granito de arena para aumentar la difusión del odio contra los habitantes de los estados norteños de Bihar y Uttar Pradesh.

Esto no es sorprendente, estos partidos basan su política en el odio al que tiene otra identidad. Si le quitamos el odio, partidos como el Shiv Sena se derrumbarían vacíos de contenido. Una clase política acomodada y cobarde ha contribuido a perpetuar su existencia. Balasaheb representaba un sector determinado de Marathis. Pero esa representación no era más que un chantaje masivo: si te metes con nosotros, crearemos disturbios y pararemos la ciudad. ¿Qué podría ser más aterrador que el caos en una ciudad industrial?

Así que por muy provocadores e incendiarios que fueran sus discursos, Balasaheb nunca vio el interior de una cárcel. Así que aunque tuvieran muchas ganas de protestar, los escritores y periodistas preferían callarse. Así que aunque muchos directores querían hacer una película sobre el Bombay real, preferían hacer pelis sobre el terror de ser musulmán en Boston.

Balasaheb se ha ido, pero no su marca de la política. Esa es una reliquia de la familia, destinado a ser transmitida de generación en generación. Espera más películas de aterrorizados musulmanes indios en el desierto de Mojave.
(Segguidores del tigre de Bombay en el barrio de Vashi)

Este es el análisis de The economist:

 Bal Thackeray, padrino político de Mumbai, murió el 17 de noviembre, a los 86 años24 de noviembre 2012La lucha comenzó en serio en 1966, cuando Bal Thackeray y otros 17 rompieron un coco en su casa familiar en Shivaji Park, Bombay, para marcar el nacimiento de su movimiento político. Su padre frágil, encorvado sobre su máquina de escribir en lengua marathi, conjuró un nombre adecuadamente marcial: Shiv Sena, el ejército de Shiva. Se comprometieron a luchar por los oprimidos indígenas hindúes de Maharashtra, el estado en el que se encuentra la palpitante  y  financiera ciudad de Mumbai.En Shivaji Park 46 años después Bal fue incinerado en una pira, sin quitarse las gafas de sol grandes cuadradas, ante una multitud que decía que era uno de los más grandes de la India desde la independencia. Él había alegremente predecido a menudo que si le asesinaban el país entero ardería en llamas. Pero aunque su muerte fue natural hubo suficiente drama. Políticos, celebridades y magnates lucharon por asientos en el recinto VIP. Una ciudad de 18 millones de personas se paralizó nerviosa para recordar al Tigre de Mumbai.
La suya fue una vida, dijo, que ningún astrólogo había predicho. Su madre quería que fuera un funcionario del gobierno, y su padre la puso instrumentos musicales en sus manos. Bal se inició de joven en los dibujos animados. Copió las tiras en el Times de India para practicar, y pronto comenzó a dibujar para el Free Press Journal. Cuando censuro sus chistes llenos de odio él se alejó, diciendo: ". Tengo una mente y nadie puede cambiarla" Muy pronto, todo Mumbai lo supo.Bal Thackeray comenzó a publicar su propio cómic semanal para documentar las injusticias que, según él, enfrentan los Maharashtrians, "los hijos de la tierra". Ellos eran, a su juicio, ciudadanos de segunda clase en su propia ciudad. Los magnates, en sus palacios ostentosos, eran de fuera: gujarati, rajasthanis, parsis... Los trabajos de oficina eran para la gente que hablaba inglés con apellidos como Iyers, Shahs...En la guía telefónica oficial no se encontraba un solo nombre Marathi. Y cada día la ciudad se llenaba con lo que denominaba escoria migrante de toda la India, que se quedaba con puestos de trabajo, robaba en los trenes y utilizaban la calle para hacer sus necesidades.Señaló a estas cosas por primera vez al estilo David Low (NDT: clásico humorista gráfico político del siglo XX) pero luego se dio cuenta del poder de la oratoria. Y ¡diablos!, era llamativo cuando se encendía. Delgadito como un palo, pero rodeado de hombres armados y de imágenes de tigres rugientes, le decía a las multitudes que tenían suerte de no estar circuncidados, que iba a liquidar el conflicto fronterizo con Pakistán en un día, que les iba a entregar armas de fuego.  A veces su lengua azotaba a la propia multitud que tenía delante. Y aún así le querían. Si destrozaban tiendas o rompían cabezas después, ¿qué?La fórmula funcionó al instante. Shiv Sena ganó el control del ayuntamiento de Mumbai en 1967 y 1973. Tras eso Bal fue adaptando su filosofía según le convenía. En diferentes momentos estuvo en contra de los comunistas (los llamaba alimañas), los indios del Sur (vagos)  y luego los musulmanes (inmundicia). Amaba a Dios, y luego renunció a él cuando murió su esposa. Se alió con todos, la Liga Musulmana, los nacionalistas hindúes, incluso el partido  del Congreso para acabar con los sindicatos. Y estaba preparado igualmente para hacerles pudrirse a todos.El poder era lo que el tigre buscaba, pero a su manera. Nunca tuvo el poder, y no tenía ningún interés en ser primer ministro de Maharashtra. En su lugar, se aseguró que el ministro fuera su marioneta. "Yo soy el mando a distancia", solía decir. Las decisiones, como los dibujos animados, tenían que venir de las tripas. No quería preguntas difíciles de sanidad o finanzas. Prefirió salvajes trucos políticos, desde tratar de prohibir el Día de San Valentín hasta maravillarse por la "magia" Hitler.Pero lo que más le gustaba era para dispensar favores desde su bungalow, repleto de hombres de seguridad y parpadeante con los vídeos de Bollywood. O desde la sede de su partido, el Shiv Sena, con sus paredes adornadas con dibujos y hologramas de él sentado en tronos rodeado de tigres. La gente que venía a pedir favores se arrodillaba y él, a veces fumando un cigarro Cohiba de primera, los concedía, o no. Cuando una estrella del deporte necesita una casa, Bal se lo proporcionaba. Si los productores de Bollywood luchaban para conseguir distribuir sus películas, él podía poner en peligro la recaudación. Era amigo de los magnates, pero si un "hijo de la tierra" perdía su trabajo pronto hacía una huelga y aparecía una multitud a las puertas de la fábrica.Sus años de gloria llegaron con los disturbios religiosos, que se cobraron más de 1.000 vidas, arrasando Mumbai a principios de 1990. El apoyo al Shiv Sena se disparó, y ganó las elecciones estatales. Una investigación posterior descubrió que su partido había orquestado la violencia contra los musulmanes, pero el tigre evadió la justicia.
Él era intocable, pero, en verdad, su salud se iba por entonces. No había dejadonada duradero, excepto el cambio de nombre de la ciudad. Mumbai, antes Bombay. Su hijo Uddhav, que vivía arriba, tomó el control del día a día del partido, pero era un peso ligero. Su sobrino era una pálida sombra (NDT: fundó una escisión del partido). Había un sentimiento triste que Mumbai había cambiado. La migración después de la década de 1990 significó que los maharashtrians ahora eran sólo un tercio de la población.La transformación de la India era visible desde donde murió, al norte de Shivaji Park, donde el logo de una empresa de seguros italiana dominaba la vista. En el mismo parque, los rascacielos ahora proyectan sus sombras sobre el suelo seco. No obstante, si Bal podría haber visto su propio funeral de Estado habría disfrutado mucho: los VIPs todavía le tienen miedo como para rendirle homenaje aunque le odien, y la gran multitud que le adora, ignorante aún, dócil aún, viendo todo lo que les había dicho que había que defender transformándose en cenizas.
En su fotoblog "Mumbai Paused" Slogan Murugan nos ofrece fotos (que ilustran esta entrada) y nos cuenta:

(kalash)
El más allá de Bal Thackeray.

El sahib del Shiv Sena se ha ido. Pero eso podría ser sólo un nuevo comienzo para su partido. Un bote con sus cenizas se exhibe para fans y seguidores. Fue colocado en un camión con una pantalla grande con el lema "No llores, lucha". Y Yuva Sena (NDT: el ejército de la guerra) parece ser el ala del partido que está siendo promovida.

Las próximas elecciones serán interesantes y podremos ver cuales son los nuevos iconos del partido, símbolos como éste kalash que ha sido utilizado desde Gandhi

Comentaris

¿será posible que en todos lados los discurso que más "pegan" sean los más intolerantes?...¿será que el ser humano es naturalmente estúpido y racista, sin importar dónde haya nacido?. Pareciera que la hora de enfrentar los problemas siempre se comienza pensando que la culpa la tienen "los de afuera", "los diferentes"...y de ahí nace el miedo y luego el odio y luego la violencia y las guerras!...también es cierto que si estos personajes ganan adeptos con sus discursos xenófobos es que, por otro lado, los supuestos "progresistas" no han sabido dar soluciones concretas a las necesidades de la gente.

un abrazo.

P.d
espero tu foto para la tarjeta navideña!... aunque te sé tímida,queda abierta la opción de enviarme al menos una toma en que te veas "parcialmente" jejeje