Atasco en el Everest

 El pasado 15 de julio el país semanal publicó un artículo -sin firmar, qué fuerte- sobre las aglomeraciones en la cumbre de la montaña más alta del planeta, las fotos son espectaculares os dejo parte del contenido:

"EL DINERO POR ENCIMA DE TODO. A razón de 40.000 a 70.000 dólares por cabeza, casi cualquier persona, aun sin experiencia, tiene la posibilidad de poner un pie en la cima del Everest. Un negocio peligroso, pero negocio al fin y al cabo.

Un himalayista de renombre yace apoyado contra las rocas, a 8.600 metros de altitud, apenas 250 metros por debajo de la cima del Everest, que ha alcanzado unas horas antes desde su vertiente norte y sin ayuda de oxígeno artificial. Ahora que ha hollado la cima, necesita perder altura para escapar del frío. Necesita huir, en realidad. Sus pulmones parecen encogidos, remisos a funcionar, y el sherpa que le ha acompañado, más como un compañero de cuerda que como un empleado, le observa boquear como un pez fuera del agua. Ambos saben que de no perder altura, la situación empeorará… y mucho; pero allí, en el conocido como “segundo escalón”, hay un atasco monumental de gente..."
(fotografías de archiv velisteck gmbh)

Además, un escalofriante trozo del largo testimonio de Josu Feijoo, que subió al Everest en 2006, el primer diabético que lo consiguió:
 Cuando hemos recorrido 50 metros me encuentro un  alpinista sentado en mitad de la arista, justo por donde debo pasar yo, además es un tramo peligroso, a ambos lados hay precipicio, según me voy acercando e iluminándolo con la luz de mi frontal, voy pensando que deberé soltar la cuerda del jumar y destrepar un metro hacia la vertiente norte, con el peligro que ello conlleva para mi, pues fuera de la huella, la pared a la que debo “bajarme” da la sensación de ser nieve o hielo muy inestable, “pegado” a la pared frágilmente.
Opto por darle un pequeño puntapié con la punta de mis crampones para despertarle y que se incorpore y me deje pasar sin gran peligro.
Cuando llego a su altura, me paro y cuando voy a darle un leve toque, Muktu que viene detrás de mí me dice al oído:
- Don´t touch, he is dead.
Esta muerto y yo a punto de pegarle una patada, me quedo petrificado,  todos sabemos que hay muertos en los metros finales y este es uno de ellos, asusta pues quien me dice que este no era mejor que Yo.

Muktu me dice que es un sherpa que murió ayer de agotamiento al bajar de la cima, su cliente se salvo, pero el no pudo mas.

…Mientras yo observo el cadáver de este sherpa muerto…

…La verdad es que parece que solo esta durmiendo, esta sentado en el suelo, con las rodillas encogidas y los brazos apoyados en ellas, la cabeza esta recostada sobre los brazos, lleva un buzo de ataque a cima North face, las mismas botas que yo, los mismos guantes que yo, podría ser cualquiera…podría ser yo…

Comentaris

Ángel Iván ha dit…
Tengo la fortuna de haber conocido a Carlos Soria -tapizó los sillones de casa de mis padres- y ya hace casi 20 años me dijo que iba a pasar lo mismo de lo que hablas, cuando te lo contaba se te iba el alma a los pies y me decía que incluso había expediciones solo para limpiar toda la porquería que dejan esos "turistas" tan atípicos.
Besotes.
ru ha dit…
qué fuerte, qué ferte, qué fuerte !!

bonito post ...
ka ha dit…
mueve mucha pasta el Everest, y eso es lo que manda,

ru: tú sí que eres fuerte!!!
Tarde, pero no dejo de asombrarme por semejante congestionamiento!