Los niños de Nepal (documental)


Os presento un documental coreano sobre la realidad de la infancia sin recursos en Kathmandú. Se llama "Los hijos de dios (donde los muertos valen más que los vivos)" y para venderlo comercialmente añaden la frase "La versión documental de Slumdog Millionaire". Dirigida por Yi Seung-jun ganó, en 2009, varios premios en festivales asiáticos de documentales.

Cada uno de sus 90 minutos merece la pena, no os lo perdáis. Tiene subtítulos en inglés. Nos cuenta la vida de niños que viven en el contaminadísimo río Bagmati de Kathmandú. Una de las estampas más pintorescas de la cultura hindú es la de los crematorios. En Kathmandú hay una zona de templos donde se disponen cadáveres envueltos en una sábana, sobre una pila de troncos de madera. Los turistas fotografiamos sin parar a las familias mientras despiden a sus seres fallecidos. Y vemos como tiran monedas al río. Y vemos a niños bañarse alegremente en el río. ¿Alegremente ? No. Están buscando las monedas que se tiran por superstición al río entre flores, comida y otros regalos que se le hace al dios ganga, entre cenizas de cuerpos recién quemados y otros sólo chamuscados. En un río que ya viene negro petróleo antes de entrar en la ciudad, de la que sale convertido en una gran alcantarilla al aire libre.

El docu empieza muy coreano con música de piano y gotas de agua que caen de una fuente. La cámara las sigue hasta llegar a la boca de un niño. Luego se le ve bailando. Mirando unas cabras y ¡Zas! La cabra es sacrificada en el minuto uno ante los ojos del espectador que se espera otra cosa. Pero es que la vida es muy dura para much@s niñ@s en Nepal. Para l@s pobres y urban@s, más.

Hay un gran contraste entre la pena de despedirse de los seres queridos con unos rituales tan elaborados y caros, y la indiferencia ante una infancia que representa el futuro del país y de la que nadie se preocupa. Carne de mafias, de enfermedades y adicciones.

Y yo me pregunto ¿ y dónde están las hermanas de estos chicos que viven libremente en la calle ?

Comentaris

Terribles imágenes para contar esa dura realidad. La crudeza está justificada...ojalá estos documentales-gritos de alerta ante al inacción de quienes podrían hacer algo para proteger a estos chicos- sirvieran para que la cosa cambie.

Un abrazo