La diosa-niña sale de su encierro por un rato.


Ya os conté sobre la práctica ancestral del pueblo nepalí y el intento fallido de acabar con ella del gobierno maoísta. En 3 palacios de Nepal viven, encerradas, 3 niñas consideradas diosas hasta que les viene el período y son substituidas por otra. Esta costumbre es reforzada por mucho/as turistas que pagan por intentar verla en su palacio chiquitín. Esta semana se celebra el fin de año en Nepal (quedan unos 4 días) con actos religiosos como la procesión Seto Macchendranath en Kathmandú y la niña-diosa ha sido exhibida al acudir a ver la procesión.
Esto es lo que os conté en su día:
Otra de las costumbres que los maoístas en sus 9 meses de gobierno intentaron anular sin éxito (anularon la financiación lo que generó una gran protesta popular) es la de la Dyah Meiju o Kumari (mujer virgen) de Kathmandú y otras 2 menos conocidas en Patán, Bhaktapur. El Tribunal Constitucional les ha concedido derecho a la educación y libertad de movimientos. Pero no irán al cole sino que les visitarán profesores en sus palacios/prisión.

Desde la cultura tántrica Taleju (de sincretismo hindu-budista) de la dinastía Malla se elige una niña newarí de la casta Shakya/Bada, se la encierra en un palacio/templo (Kumari Chhen) y se la saca en ciertos ritos y procesiones. El día que alcanza la pubertad se la considera impura y se la devuelve a su familia y se elige una nueva.

Vivir en soledad es duro y produce depresión, con la sola compañía de alguna muñeca y curas solemnes desde los 4 años. Por eso prefieren los días en que la sacan a la calle y puede ver gente y comer con sus sirvientes. Pero leyendas como que tienen que superar la prueba de pasar una noche con 108 cabras y búfalos sacrificados, son mentira.
También es mentira lo que dicen algunas guías que una vez fuera se dediquen a la prostitución porque nadie se quiere casar con ellas ya que se cree que el marido moriría pronto. Rashmila Shankya diosa del 84 al 91 (en la foto), se sentía rara al salir pero poco a poco inició una vida normal y ahora tiene una empresa de software, tras ser la primera "exdiosa" que termina una carrera universitaria. Dice que está a favor de que la costumbre continue pero que se facilite la adaptación al mundo exterior.

Un documental sobre el tema (en inglés):

Comentaris

Es muy interesante saber qué opinan estas chicas cuando crecen y cómo las trata luego la sociedad que las endiosa en su infancia. Tenía entendido que durante su encierro podían compartir con su familia inmediata, pero dices que no es así.
Muy triste. Deben tener una infancia muy solitaria.

un abrazo.
Ángel Iván ha dit…
Que bicho raro me veo cuando leo las costumbres de los demás, ¿nos verán tan raros los demás a nosotros cada vez que nos comemos un pincho de tortilla y vamos a las fallas?
Las costumbres son siempre más fuertes, en la dictadura se intentó acabar con los carnavales en Cádiz y ya vemos con que fortuna, ninguna.
Un saludo.
ka ha dit…
neo, es difícil tener información. tuve una compañera de trabajo que era de la casta Shakya, intenté recabar de ella info de primera mano, pero le daba tanta vergüenza que no quiso hablar. Sólo me reconoció que no le gustaba la costumbre aunque la respetaba, hay mucho miedo a disentir en esta cultura