Las churis o banguels.

Forman parte del folklore local y parte obligatoria del colorido atuendo femenino después de la boda. Según la zona, casta y estado de la mujer, tienen un orden y colorinches establecidos (aunque la mujer urbana ha conseguido la "libertad" de poder combinarlas con su atuendo).
El no llevarlas, como otros complementos tipo polvo rojo en la raya del pelo, haría que la gente hablase mal de ellas y se disparasen los rumores.

Un complemento alabado y comprado por miles de turistas como regalo típico. Tintinean al chocar entre sí cada vez que la mujer que los lleva se mueve lo más mínimo. Lo que no se cuenta es que tienen un objetivo básico y triste. Que la mujer casada esté en todo momento localizable, es como llevar un cascabel para dejar siempre rastro sonoro de tu localización. Como si fueras un animalillo doméstico... Las encuentas dicen que 2 de cada 3 mujeres nepaliscas sufren maltratos a mano de sus maridos y/o familia política...
(Foto by mammarazzi)

Comentaris

Como era previsible, la mujer ocupa aún un papel muy postergado. Es fundamental lo que, en ese aspecto, pueda aportar la educación.

Un abrazo.
Ángel Iván ha dit…
Algunas de las costumbres que nos cuentas me dan escalofríos y lo que es peor es que los defectos son los mismos, ¿que posibilidad hay en que los educadores les hagan cambiar de forma de pensar?
un fuerte beso.