Domingo en el barrio, difuntos, saudade y cine.

El mundo, desde mi ventana.
Me levanto temprano y compro el peri (politiqueo, novia/os en oferta y consumismo) yogur del día etc... Me preparo un mix uttapam, la pizza india (de sartén) y salgo a pasear.El barrio juguetea aunque la mitad del personal trabaja.
Un lujo encontrarse con los nens del cole en su contexto natural. Aunque recién terminó el festival de dasera, enseguida llega el fesival de la luz y los petardos, diwali.
Artesano preparando, a su gusto, una imagen de ma kali, pechugona y, aunque no se vea en la imagen, con barriguita arrocera.

Me encuentro con una profe que va a limpiar el cementerio para el día 2 (all souls day=el día de los difuntos, en el cole hay profes hindús, musulmanes, cristianos y budistas). Están limpiando el cyber del barrio, vuelvo una hora después y sigue igual, patas arriba.
Suelo dedicar los domingos a la saudade. Me tomo una cerve y recuerdo los aperitivos compartidos con los amigos, la familia, la rubia...

El barrio es medio moro con lo que entre haura y belurmath, separados por unos 10 km. sólo hay 2 bares. Paseando paseando acabo en uno de ellos en un cine de barrio. Voy al restorán digo, y paso gratis. Podría ver la peli pero es patética, lo cual no impide que se cuele por las paredes junto al personal que ríe, grita y canta en comunión con las imágenes.
En el bar me reciben como si fuese una marciana, pero me dejan entrar. Las mujeres solas no pueden entrar en la mayoría de bares (sólo en los de gama alta), pero el color de mi piel sirve de visado y pasaporte. Me ponen tapa, pepino con sal. El baño es sólo de chicos, pero como estamos en un cine, puedo bajar al de chicas, me asomo por la ventana y aparece este mar de tejas (que no de texas).
¿Para lavarme las manos? pregunto, y me pasan a la cocina, lo verde que se ve arriba de la foto, a la derecha, pegado a la costra de la pared, es el resto de mi aperitivo de pepino. En este caso ni mata, ni engorda.Al final aparece un chico modernillo que insiste en invitarme, como paso me dice que salgamos a un club a bailar por la noche, le digo que me acuesto pronto pero que me llame por si acaso. Como no me sé mi número de teléfono le digo que se haga una perdida y le paso mi aparato. Cuando ve que tengo un móvil de mil rupias (cuando él me ha estado pinchando música desde el suyo de treinta mil), me lo devuelve y pierde todo interés en mí... por suerte.
Así trabajan en el cine por los pasillos.

Comentaris

Ángel Iván ha dit…
¿Barriguita arrocera? "me lo" expliquen, jeje.
¿Qué tal convive ese cacao de credos?
Uys con lo asquerosito que soy, creo que yo me moría de hambre.
Besotes.
El tema de la falta de higiene es realmente preocupante. ¿cómo se puede combatir las enfermedades contagiosas en ese caos de basura y gente apretujada?
Sigo agradeciéndote el hecho de mostrarnos estas cosas. Sigo admirándote temabién...
Besos.