Vista de mi barrio desde el otro lado del río. El crematorio, un monasterio budista y arriba, detrás de los árboles y bajo unas antenas de teléfono (que no dan cobertura), mi keli. En breve la dejo y vuelvo a Calcuta, así que habrá nuevos (o viejos) aires por el blog.

Pasaba anoche por esta zona, de vuelta a casa antes de las 9 que aquí es muy tarde y ya me han cerrado la puerta un par de veces (aunque el casero me aseguró que chapaban a las 10). Reinaba la oscuridad y nadie por la calle.

Aparece un tipo de mediana edad ofreciéndome hachís. En contra de lo que dicen los manuales de supervivencia le contesto con buena gana y me enredo en una conversa. Ha venido desde Pokhara para hacer su bisnes callejero por 28 días, aprovechando la temporada alta y la paga extra que a todo el mundo le quema en el bolsillo. Lo vuelve a intentar y cuando le dejo claro que no me interesa su mercancía, me deja claro que necesita hablar:
"Where are you from?"...
Intercambiamos una serie de tópicos pero mi horario de cenicienta me obliga a seguir mi camino.

"¡Gracias por hablar conmigo!" es su despedida.

La soledad es un estado del alma más que geográfico.

Comentaris

Sos corajuda, no me caben dudas!...espero que sea muy grato tu retorno y agradables los recuerdos que te llevas.

Nos "vemos", entonces, cuando lo dispongas!

un abrazo.
ka ha dit…
más que corajuda, empática.
el tipo rezumaba soledad...
espero seguir publicando sin problemas

abrazo
Ángel Iván ha dit…
Las necesiadades humanas son iguales en cualquier parte del mundo, "¡gracias por hablar conmigo!", genial, jeje.
Un abrazote.