Nueva habitante en el pueblo.

(La sonrisa de joker de la abuela de Ambika)
Antes de venirme a la capi me dice una profe que va a pasar la noche en casa de su tía. Iba a asistir al parto de la mujer de su primo. ¿En la casa?
Sí, con mi tía.
¿Y nadie más?
Creo que viene un médico.
¿Y si algo va mal?
Pues vamos a un hospital.
(Hay una clínica en un pueblo a 3 horas andando para una persona sana, y hospitales en Kathmandú, a hora y media subiendo la montaña, más esperar un bus, que suele venir lleno, más 2 horas de traqueteo).
A los 9 días fui a la casita de barro y madera. Indira, la madre estaba amarilla.
¿Está bien? pregunto.
Sí... bueno sigue perdiendo sangre pero no pasa nada.
La costumbre ordena que ni la madre ni el recién nacido pueden salir de la casa antes de 11 días, entonces se hace una ceremonia y ya puede pasear un poco, porque tampoco hay donde ir.
¿y el padre?
Está en Dubai, se fue hace un año y quizá venga dentro de dois.
¿Hace un año? me pregunto, ji ji, el tiempo es un poco chicloso en estas latitudes, o altitudes. Y la gente es dura, no tiene otra.
(Ambika en manos de su tía)

Comentaris

Tres generaciones enlazadas por tu cámara y disfrutadas (en su felicidad) desde lejos por todos nosotros!!!....qué magia especial nos surge a través de la red!

Besos y augurios de felicidad para la nueva habitante!
Ángel Iván ha dit…
Que frágiles parecen en tus fotos y en cambio que fuertes.
Me parece impresionante.
Besotes y feliz semana.
ka ha dit…
la vida que pende de un hilo no se va fácilmente...