Boudha.

El barrio budista más conocido de Kathmandú, lo es porque tiene la estupa más grande del país. En él se mezclan gente refugiada del tíbet, comerciantes, monjes y monjas, buscavidas y turistas.
El ambiente es tranquilo y de paseo. De vez en cuando alguien paga a la banda para que toque unas melodías que a oídos occidentales suenan un poco raras (ya os puse un vídeo).


El mandilico de rayas es propio de las mujeres tibetanas.
Hay varias castas budistas nepaliscas por sus vestidos las conoceréis (espero porque yo, ni idea).

Los hindúes también aceptan el budismo dentro de su religión que lo fagocita todo.

Decorador ¿o será una performance?
La subida al templo de kopán. Arriba hay biblioteca, tienda y cantina (reguleras), lo mejor son las vistas del valle.
Los chavales juegan al carrom (billar plano) como cualquier niño de su edad aunque en un ambiente mucho más limpio y relajado gracias a las donaciones.
En el camino de bajada nos encontramos con gente muy simpática, y bien auténtica como esta señora.

Comentaris

Ángel Iván ha dit…
Un contraste que me sorprende es el colorido de los templos budistas que nos muestras y lo poco coloridos que eran en Japón comparados con los santuarios sintoistas.
Saludetes.