Dar las vueltas...

Este es el señor al que le compro el té desde que estoy en el pueblo. Tiene 2 clases oxidado para con leche y hoja rota para sin.
Si paso por delante y llevo una semana sin comprarle me echa el alto. Total que cada vez que me apetece un café me lo tengo que pensar porque me juego una bronca.
Un día se me ocurrió ser el primer cliente, fui a primerísima hora, las 8 porque tenía prisa. Cuando pagué, el tipo agarra los billetes y los bendice. Los alisa y dobla cuan varita mágica y empieza un extraño ritual. Toca 7 veces el cajón de los billetes, 7 veces la cajita de plástico de las monedas, 7 veces la foto del padre, 7 veces la estampita del dios, y por otros sitios donde sólo se veían telarañas y viejas botellas de leche que ya está marrón.

Cuando termina y parece que ya me merezco que me dé las vueltas, vuelve a repetir el ritual. Y otra y otra... hasta siete veces.

Total que para darme un par de rupias de cambio me tuvo un cuarto de hora mirándole ojiplático, boquiabiértico y sin poder creerme lo que estaba aconteciéndome...