Full house in Sudder Street

Estoy de fiesta, he tenido la primera visita desde agosto. Paseamos por mis sitios favoritos de Calcuta, los pueblines de las afueras. Probamos el cercanías, el batibus, viajamos colgados de las barras del taker y cruzamos el río con el bootboot. Comemos arroz con lentejas, cenamos en una terraza contemplando las luces de la ciudad.

Nuevos loquitos pululan por Sudder Street. Los hoteles hasta la bandera, Asreen con lista de espera, Maria no room, encontramos una doble con bano por 360 (5,50) en el Paragon. Aparece Gopal escondido debajo de un gorro funky y vestido en plan cebolla. Apenas me da tiempo a darle un estrujón , en el colegio hay muchas tareas... Unos japos boquiabiertos contemplan un grupo de adolescentes de apariencia oriental, pero hablando en yanqui.

Por la noche consigo la u'ltima cama del Paragon, la misma que tuve un mes en 2oo6 en la 41... allí sigue la letra del fado que garabatee en una pared en 2005. Por la mañana madrugo, y en la calle me encuentro una vieja amiga que me cuenta que se casan 2 amigos en España y que vive feliz en Thailandia, otra en cambio, que se vuelve tras un año aquí dando el callo. Ha intentado renovar la visa india en Nepal pero imposible. Gopal se te va una buena amiga, eh?

Sundari juega con sus 2 crios, los pies se le salen por la manta costrosa, me invita a un te. Saca una galleta que parte en 2, el peque la moja en el chupito de te. No hay mas desayuno. Su hermano Lala, duerme tirado tras la reja, hasta las 10 no entra a trabajar. Por fin ha encontrado un trabajo por el que recibe 30 euros al mes. No se lo digas, le chilla la madre desde atras... a ver si ahora va a dejar de ayudarnos.