De vírgenes

Otra de las costumbres que los maoístas en sus 9 meses de gobierno intentaron anular sin éxito (anularon la financiación lo que generó una gran protesta popular) es la de la Dyah Meiju o Kumari (mujer virgen) de Kathmandú y otras 2 menos conocidas en Patán, Bhaktapur. El Tribunal Constitucional les ha concedido derecho a la educación y libertad de movimientos. Pero no irán al cole sino que les visitarán profesores en sus palacios/prisión.

Desde la cultura tántrica Taleju (de sincretismo hindu-budista) de la dinastía Malla se elige una niña newarí de la casta Shakya/Bada, se la encierra en un palacio/templo (Kumari Chhen) y se la saca en ciertos ritos y procesiones. El día que alcanza la pubertad se la considera impura y se la devuelve a su familia y se elige una nueva.

Vivir en soledad es duro y produce depresión, con la sola compañía de alguna muñeca y curas solemnes desde los 4 años. Por eso prefieren los días en que la sacan a la calle y puede ver gente y comer con sus sirvientes. Pero leyendas como que tienen que superar la prueba de pasar una noche con 108 cabras y búfalos sacrificados, son mentira.
También es mentira lo que dicen algunas guías que una vez fuera se dediquen a la prostitución porque nadie se quiere casar con ellas ya que se cree que el marido moriría pronto. Rashmila Shankya diosa del 84 al 91 (en la foto), se sentía rara al salir pero poco a poco inició una vida normal y ahora tiene una empresa de software, tras ser la primera "ex-diosa" que termina una carrera universitaria. Dice que está a favor de que la costumbre continúe pero que se facilite la adaptación al mundo exterior.

En 2007, Sajani Shakya, la kumari de Bhaktapur viajó a Estados Unidos para ver la peli documental sobre su vida, Living Godess, fue destituida de su divinidad porque viajar desvirga. Al final se arregló con una ceremonia "limpiadora".



Otra ex-diosa, Rashmila Shakya, publicó su biografía "From godess to mortal" en 2005 (de diosa a mortal).

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