Nepal el retur...

...se acabaron estas vacaciones de trabajo (usea que he estado en Nepal trabajando pero ha sido como echar una mano en una casa rural). Llegar a Calcuta supone estar de vacaciones hasta el día 5 de octubre, ¿qué curro es este que lo echo de menos, que me da síndrome prevacacional?
Mañanita tranquila en Kathmandú, despedidas de los distintos garitos visitados (chiringuitos de té, de donuts de arroz, de prensa, de garbanzos aliñados...) y me voy a pata (el autobús nº 11 le dicen aquí al tren de sanfernando) al aeropuerto que al final está más lejos de lo que parecía -hora y media, esos mapas turis que dice en una esquina que la escala no es de fiar-, a mitad de camino aperitivo newarí (patatas cocidas con guindilla, ensalada de repollo, habas de soja frita, hamburguesa de harina de garbanzos y copos de arroz; eso sí, la Everest caliente). La última vez que salí de Nepal facturé el primero para poder elegir sitio que intentó levantarme una tipa por el morro, ventanilla a la derecha sin alas. Esta vez, sin pedirlo me dieron 8A -ventanilla izquierda- y el éxito fue total, avión nuevo con información de navegación en pantalla, volábamos a 10.100 metros y las nubes podían tocarse, y de repente por encima aparecen unos picos blancos que no podían tener menos de 7 u 8 mil metros, si alguien controla que nos diga qué nombre tienen esos picos blancos ¿Everest quizá?Durante algunos días intercalaremos India y Nepal en estas páginas... con permiso de todas.

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