Mi shopping mall.
Y fui cayendo en sus brazos. Ahora bajo con los tarritos vacíos, porque vende todo a granel (muy ecológico, eso sí). Abre la caja de galletas maría y las mete en un bote de cristal. Así la viejita puede comprar tres galletitas por 1 taka o si se quiere dar una fiesta un trozo de bizcocho casero industrial por 2. Para descontar el peso del envase en la balanza tiene un juego completo de monedas, tuercas y piedras, cada una con su peso ideal. El aceite de mostaza, la leche en polvo, la soja texturizada, pasta de dientes (a granel sí sí, una pasta rojo oscuro que parece bosta de camella puesta de gazpacho), las lentejitas rosas, las amarillas, 2 taka de cardamomo son 10 vainitas, chuches, chocolatinas (¿a 42ºC?), arroz hinchado (el llenatripas nacional) y un sinfín de bolsas, cubos, latas... que no he desentrañado todavía. Fascinante submundo.
Le gusta hacerme esperar y cuela a todo el mundo, porque tener un guiri en tu tienda da prestigio (vamos, que se acerca la gente a cotillearme).
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