Nueva Delhi: colegio (gratuito) bajo las vías del metro.
Rajesh Kumar Sharma es un comerciante de 40 años que todos los días realiza sus presentaciones en una improvisada sala: debajo de la línea del metro de Nueva Delhi. Además, él aporta todos los útiles, cuadernos y libros que usan los pequeños.
Nueva Delhi es una de las ciudades más pobladas del mundo, ya que hoy en día cuenta con más de 14 millones de habitantes, muchos de las cuales viven bajo la línea de la pobreza. Sobrecogido por esta dura realidad, Rajesh Kumar Sharma decidió aportar con “un granito de arena” para ayudar a un grupo de niños que a diario vive una de las realidades más crudas del mundo. De esta forma, este comerciante de 40 años, todos los días toma su bicicleta hacia los suburbios más desposeídos de esta enorme urbe para así llevar a cabo su noble misión: dar clases gratuitas a niños que no pueden pagarse un colegio, los mismos que en sus ratos libres no tienen mayor diversión que jugar en lodazales donde el barro les llega hasta los tobillos (el contaminadísimo río Yamuna pasa por el barrio).
Consciente de que estos pequeños apenas tiene recursos para su ropa (con harapos que usan varios días seguidos), él mismo les entrega los cuadernos, los lápices e incluso les lleva una alfombra para que no tengan que sentarse en el barro. Ahí, todos los días les enseña lenguaje, historia y matemáticas, sin importar si hace frío o calor (Delhi tiene un clima extremo aunque el calor es más intenso y dura más que los días fríos), con uno de los puentes del metro como única protección contra los rayos del sol o la intensa lluvia.
Pese a que Rajesh no pasa lista a sus alumnos, igual él sabe que ellos rara vez le fallarán. Y a la vez, ellos también saben que esa puede ser tal vez la única oportunidad que tendrán para surgir y doblarle la mano a un destino incierto. El éxito de sus clases es tal, que incluso hasta los propios padres de los menores suelen asistir para aprender de este maestro, que en vez de pizarras usa los muros del lugar y que a cambio de su tiempo recibe la satisfacción de enseñar.
Rajesh nació en Aligarh y vino a Delhi hace 20 años. Comenzó dando clases a hijos de trabajadores eventuales, pero estos cambiaban mucho de "domicilio" (viven en chabolas de plástico). Prepara a los chavales para entrar en escuelas del gobierno, 70 de ellos ya lo han conseguido.
(Limpiando el aula antes de clase) |
(Clase bajo las vías del metro, más fotos) |
Consciente de que estos pequeños apenas tiene recursos para su ropa (con harapos que usan varios días seguidos), él mismo les entrega los cuadernos, los lápices e incluso les lleva una alfombra para que no tengan que sentarse en el barro. Ahí, todos los días les enseña lenguaje, historia y matemáticas, sin importar si hace frío o calor (Delhi tiene un clima extremo aunque el calor es más intenso y dura más que los días fríos), con uno de los puentes del metro como única protección contra los rayos del sol o la intensa lluvia.
Pese a que Rajesh no pasa lista a sus alumnos, igual él sabe que ellos rara vez le fallarán. Y a la vez, ellos también saben que esa puede ser tal vez la única oportunidad que tendrán para surgir y doblarle la mano a un destino incierto. El éxito de sus clases es tal, que incluso hasta los propios padres de los menores suelen asistir para aprender de este maestro, que en vez de pizarras usa los muros del lugar y que a cambio de su tiempo recibe la satisfacción de enseñar.
Rajesh nació en Aligarh y vino a Delhi hace 20 años. Comenzó dando clases a hijos de trabajadores eventuales, pero estos cambiaban mucho de "domicilio" (viven en chabolas de plástico). Prepara a los chavales para entrar en escuelas del gobierno, 70 de ellos ya lo han conseguido.
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