Al rico mango.

La segunda vez que fui a India, en 1996, mi amigo Riswan casi que me obligó a comprarme un doble cassette. Era la banda sonora de una serie de televisión dedicada a la vida de un poeta, Mirza Ghalib. Este escribió bellísimas canciones de amor, un género conocido como ghazals que en esta serie estaban cantados por la voz más querida del género (el recientemente fallecido Jagjit Singh). Eso sí, nunca pudieron desbancar a mis ghazals preferidos de la emocionante recopilación de Muzaffar Ali, Husn-e-Jaana).

Sin duda mi plato favorito cuando cocinaba en India eran las lentejas con mango verde, que abundaba a principio de temporada. Todo esto a cuenta de un post del  blog de Mayank, un chico que vive en una librería en el barrio de Nizamuddin en Nueva Delhi, que os traduzco a continuación:


"La temporada de mangos en Delhi dura desde abril hasta julio. En esta época cualquier admirador del (clásico entre los clásicos) poeta (en urdu y persa, siglo XIX) Mirza Ghalib podría hacerle el hombre más feliz de la historia llevando unos pocos mangos a su tumba de Hazrat Nizamuddin Basti. La debilidad de Ghalib eran el vino y los mangos.

En su libro Ghalib, vida y cartas, los autores Ralph Russell y Khurshidul Islam citan al poeta escribiendo en una carta que "comería mangos hasta que se me hinche la barriga y no pueda respirar". En otra carta, comparando el vino y los mangos, Ghalib decía: "Pienso que cada mango es como una copa cerrada, lleno del licor de la uva con tanta pericia que ni una gota se derrame".

Altaf Hussain Hali escribió en las memorias del poeta esta anécdota sobre mangos y el morro que tenía con los poderosos:
    “Un día el rey Bahadur Shah, acompañado por Ghalib y otros cortesanos, paseaban por el jardín Mahtab también conocido como Hayat Bakhsh. Había pies de mango de todas las variedades cargados de frutas, pero nadie podía tocarlos: estaban reservados para la familia real. Ghalib no dejaba de mirar los mangos concentrado. El rey le preguntó: ‘Poeta Mirza, ¿ qué llama tu atención tan poderosamente ?’ Ghalib replicó juntando las manos: ‘Mi señor y guía, un antiguo poeta escribió:

    En el vértice de cada fruta está escrito clara y legiblemente:
    ‘Pertenezco a A, hijo de B, hijo de C.’

    Y estoy intentando ver si en alguno de estos está mi nombre junto al de mi padre y el de mi abuelo’. El rey sonrió y ese mismo día le mandó una cesta llena de mangos”.

Una tarde cálida, paseaba junto a la muralla de Ballimaran, el último barrio donde vivió Ghalib. Me encontré con un vendedor ambulante de batidos de leche. Su carrillo no tenía el típico robot eléctrico. Estaba preparando un batido en un recipiente metálico llamado dhol (tambor), con hielo pilé y envuelto en un trapo húmedo de tela de cáñamo que refrescaba la preparación al evaporarse (NDT: el mismo sistema de los botijos). El paisano deshacía la pulpa del mango con una varilla metálica, mezclándolo con leche y azúcar. “Hay gente que le pone zumo de limón y lo llama aam ki shikanji (limonada de mango)” me dijo. La servía en vasitos de plástico.

Esta bebida no se encuentra en los barrios más modernos de Delhi. Y otros muchos platos que usan el mango, muy comunes hace poco, están desapareciendo de nuestros negocios de hostelería. El aam ka meetha pulao es un arroz con leche y mango que ya no se encuentra. “Era un plato típico en nuestras casas del viejo Delhi, pero ahora es una rareza y pocas familias lo cogen” dijo la escritora Sadia Dehlvi, que me presentó a su prima Farah Noor Dehlvi para pedirle la receta. “A mí me la dio mi abuela, y se hace en media hora” dice Ms Noor, que vive en Noida.

Para seis personas (NDT: el autor dice para 2-3 personas pero me parece excesivo tanto para después de comer):

Ingredientes:
250g arroz
2 mangos (preferiblemente de la variedad Alphonso), fileteados
1/2 vaso de leche condensada (NDT: en el original usa una pasta llamada mawa o khoya que no se encuentra en occidente, o quizá sí, habrá que visitar las tiendas de barrio de nuestros amigos indios y paquistaníes)
3/4 vaso de azúcar (NDT: yo no pondría tanto, en India gustan los dulces empalagosos)
1/4 vaso desi ghee (NDT: mantequilla clarificada india esta sí que se encuentra en comercios orientales, usar mantequilla normal si no se encuentra o si lo queremos más ligero, nata)
2 clavos deolor

Elabo:
Cocer el arroz cinco minutos menos de lo normal para que quede crudo en su interior. Tirar el agua. Saltear los clavos un  minuto en la mantequilla. Poner una capa del arroz en una cazuela y chorrear encima la leche condensada. Cubrir con las rodajas de mango y rociar con azúcar. Terminar con una capa de arroz. Rociarla con la mantequilla de clavo y cocinar tapado unos 15 minutos al chup-chup. Mezclarlo todo antes de servir.

Fotos del rey del verano (fotos the Delhiwalla):
1.
What Price, Mangoes?
2.
City Food – Mango Season, Around Town
2a
Mango Season Arrives
3.
City Food – Mango Season, Around Town
3a
Somewhere in Delhi
4.
City Food – Mango Season, Around Town
4a
Food of Delhi
5.
City Food – Mango Season, Around Town
5a
No Bargain Please
6.
Mango Shake
7.
In Season
8.
Mango Shake
8a
City Food – Mango Season, Around Town
9.
Mango Delights
10.
Papa's Treat
11.
Food of Delhi
12.
Mango people
13.
Mango Shake
14.
Mango Shake
14a
City Food – Mango Season, Around Town
15.
Trees of Delhi
Aquí os dejo la primera peli (de un total de 4) de la serie sobre Mirza Ghalib, lamentablemente no la encuentro con subtítulos, pero aquellas que sepáis hindi (o urdu) lo entenderéis bien porque hablan despacio y vocalizan:

Comentaris

Anònim ha dit…
qué bonito este post !
dulce como los mangos